Yo me llevo el vaso, déjeme el brindis y permítanme la palabra. Primero prende la radio. Pon una canción de Sabina y déjalo en volumen de discurso. Párense, estén con las manos dispuestas a aplaudir y acudan a la mirada del recuerdo. Suelten la boca para la sonrisa. Tengan pañuelos si es que desean ser más expresivos, tengan las vasos servidos para luego gritar ¡salud! Espérense, mejor dicho, prepárense, que esta viene mejor. Empezare con una breve historia a la que le seguirá la distinción de vuestras personalidades, dejándome de lado, claro esta. Luego algo gracioso y la termino con una frase memorable, pero para eso esperemos unos minutos. Dejemos que la noche discurra mejor, que los carros ya no chillen en la calles, que levanten a quien se haya quedado dormido y que se silencie esta sala. Luego mirare a todos y les diré que hoy tengo mucho que recordar, que hubo mucho de que hablar. Los motivos son buenos cuando se encuentra las excusas y las mentiras son innecesarias cuando estamos en demasía de copas, pero bueno, no me adelanto, lo dejo preparado. Disculpen primero tengo que ir al baño, luego regreso, en todo caso permítanme la intromisión, esperen, déjenme ir al baño, que pasa, respeten, ¿por qué me sacan? ¡Maldita sea que no estoy borracho! ¡carajo! que iba a hacer mi mejor brindis del año. Si, también se lo iba dedicar a ella, se lo prometí hace un rato, pero tranquilo que yo no quiero agredir. Tranquilos no golpeen, no he faltado el respeto a nadie. No sabia que era tu novia, tampoco que era tan bella. Ya ven, muchas cosas se descubren entre copas, ¡sueltame carajo! que ya me voy, se irme por mi cuenta, estoy bien ya te lo dije. Bueno que demonios...salud!!!
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