27 de octubre de 2011

Mil y una noches

¿Quién lleva la cuenta de los latidos de tu corazón?, ¿Quién mide la distancia que hemos recorrido juntos?, ¿Quién caza en el viento las palabras de amor?, ¿Quién organiza las miradas que se buscaban para poder vernos a los ojos?

¿Quién juzga los celos, quién guarda las lagrimas, quién arbitra las peleas, quién asegura el futuro?, ¿Quién cobra los minutos, quién clasifica los mensajes?, ¿Quién descubre las estrellas que miramos, quién eclipsa tu luna y mi sol? ¿Quién recicla los días, quién promete las noches, quién cuida el espacio, quién persigue al tiempo, quién asesina las dudas, quién fue testigo del primer beso?

Quien cuenta los días me ha dicho que llevamos mil noches y una noche juntos.

21 de octubre de 2011

Medio beso

No es por testarudo que me pasa, más bien es por ingenuo, por buscar cenizas donde no hubo fuego, por alegar a un sentimiento que nunca compartiste. No es tu culpa, es que a veces no comulgo razones y me deslumbra alguna excusa o cualquier quizás. Ahora que todas las mañanas rozas la felicidad y vas ligera entre la brisa, le refutas a él con mis argumentos y le ensañas los juegos que te enseñé cuando parecías seguirle el ritmo a mi corazón. Quizás fue culpa de mi imaginación que cuenta sus propias historias si no le pones freno, si dejas las miradas a medias, si me abrazas más tiempo de lo razonable, si el olor de tu cabello se filtra por mi nariz, si invades cada sueño, cada pesadilla. Cómo explicarle al amigo, que no llevas la cuenta de tantos brindis que le invito al olvido en tu honor, cómo huir de los lugares que tienen tu nombre, si todo estuvo siempre lleno de tu ausencia, cómo evitar la esquina del primer beso si en cualquier rincón hubiera deseado dejar constancia de nosotros. Cómo escapo de ti, si ya no hay donde encontrarte, si nunca existieron frases privadas de amantes, ni señas cómplices, cómo dejar de morir por el recuerdo de tu sonrisa, por una fotografía, medio beso y 3 calles que cruzamos juntos de la mano.

19 de octubre de 2011

Re: Guilliver

Aunque no venga con prisa y no tenga espacio en las trincheras, para quedarme a descansar en plena balacera de los quejidos, por más que nade entre sueños distantes y me construya universos nuevos entre utopías hermosas e ideales románticos. Por más que no pueda convencer sobre que la vida tiene poesía y aun así vuelva a escribir y a compartir el alma junto al dolor del vecino, del amigo del ajeno y de coronas y pedidos siempre sea un agradecido. No puedo estar detenido en un sistema que me acaba ni actuar de la misma manera que todos persiguen por eso no me busque en las bancas de las iglesias rezando y confesando quizás ande admirando estructuras o contradicciones del hombre o mejor búscame tarde con los amigos, puede que temprano brinde con mi asesino y aunque entre preguntas lleguemos a algunas respuestas que te convenzan de que tienes mejores argumentos que tu primera mentira y quizás entre las más interesantes este el hecho que no quede más que agradecer esas palabras mi estimado hermano menor.

a Gulliver

Correr más rápido que la prisa,
Jugar detrás de las trincheras.
Construir universos de tiza,
Naufragar en balsas de madera.

Convencer con el verso a la adversidad,
Llorar por la pena del vecino,
Ser rey y mendigo en la misma ciudad,
compartir el pan con tu asesino.

Columpiarme por las hojas del tiempo,
Buscar preguntas en las respuestas,
Ir de turista a todos los templos,
Engañar con más de trescientas mentiras.

Sin ti mi vida sería más idiota,
O quizás menos exagerada,
Gracias por las excusas,
Y Feliz cumpleaños Hermano Mayor.

5 de octubre de 2011

Que nadie pida los vueltos

Y quizás tus ojos se encuentran en la casualidad de las miradas y entre ellos me puedo perder, quizás una tarde, quizás una noche. Y en una madrugada puede que sueñe contigo y en otra, ande buscando otros motivos. Quizás te lleves tus ideas en el camino, quizás te niegues sin querer queriendo, puede que tengamos argumentos distintos y aun así nos busquemos los deseos y una mano traviesa nos descubra. Quizás escuchemos las historias que no queremos y las preguntas se compliquen en el camino. Yo busco entre momentos tu risa y que tu risa le convide a la mía. A veces pido tu última mirada, para despedirnos sin más remordimientos, aveces llamo para la última almohada, para saludarnos con excusas nuevas y deseos viejos. Y quizás tus ojos nos eviten la casualidad, quizás me haga esta vez el dormido para no volver a joderte la paz y nadie pida los vueltos.

No digas que no

¿Y tú eres el artista de tu propia composición?
Recreas el desenlace de tus días y terminas en la cama descansando de nada. Saboreas el mundo que te es tan distante, idolatras teorías que tanto desconoces y le prendes la vela al crecimiento ficticio de una economía que te es ajena.
Y duermes tranquilo por la última donación que hiciste conmovido por la petición de alguien que carece.
Y sueña feliz porque mañana es un nuevo día en que puedes cumplir con las expectativas del trabajo.
¿Y tú eres libre para elegir?
¿el último celular, la última red social, el último dios, el único sistema, la salvación?
Sin depender de los miramientos y condicionamientos que te llevaron las teorías, la filosofía, las últimas leyes y ahora las noticias y twiter que te hacen consumir...y ahora el mundo respira mejor y es una herejía creer que no.
Y ahora tu economía se lleva mejor y es una mentira decir que no.
Y ahora tú te sientes mejor y es una negación de tu verdad decir que si.