26 de diciembre de 2009

Mi gato el hereje

Siempre tuve gatos y en su mayoría negros. Mi primera gata era negra y una gran cazadora. Sospecho que por ella los demás fueron escogidos con ese color, aunque esa preferencia nunca le gusto a mi madre, ni a sus amigas. Todas pegaban el salto cuando veían a mi gata pasar por su lado, gritaban por el hecho de que daba mala suerte y no faltaba una que mencionaba la cercanía con el inframundo. Actualmente mi último gato también es negro y es el más parecido a la primera, es un gran cazador de palomas, la angelicales mensajeras de la buena nueva. Estas representantes del señor tienen los días contados por acá, mi gato, el supuesto enviado de Leviatán, para agazapado y apenas siente el pisar de la gran representante de la paz y no cuenta ni los segundos para lanzarse y hacer con su presa una verdadera masacre. Simulando a sus ancestros se lanza y defrente los muerde en la yugular hasta ir dejándolas sin aleteo alguno que permita su huida. Ahora último ando pensando que hay algo de verdad en ese supuesto, cuando lo veo disfrutar de su presa y relamerse con gusto al final de la jornada. En estos días lo vi medio misterioso, andaba mirando desde la ventana a todos, principalmente a mi tía, que con gusto navideño iba decorando la casa y a la vez comentando sobre la importancia de la navidad. Me causaba gracia ver a mi gato como si le interesara la historia, las orejitas las tenía paradas y cuando veíamos alguna película navideña aparecía sentado cerca al televisor. Debo decir que es un gato hermoso, negro como la noche y majestuoso como sólo los felinos saben hacerlo, aunque es el más huraño de todos los gatos que he tenido igual acepta caricias de los más cercanos. A este gato no le llegamos a poner nombre debido a que nadie lo trajo y nadie quiso responsabilizarse de él. Yo había perdido un gato un mes antes y todavía sentía la pena de su partida, por lo que tampoco quería ser su dueño oficial, ni encariñarme mucho. Recuerdo que un día mi tía mando a arreglar el jardín y lo jardineros dijeron que había un gatito llorando en el centro, sospechábamos que los muy sabidos nos lo habían traído, pero el cariño que tenemos por los gatos negros nos evito poder devolverlo, por tal motivo el gato se quedo, pero a diferencia de los anteriores él vivió en el jardín y no en la casa. Su nombre fue Micho ya que nadie le puso otro y el gran micho desapareció un 24 de diciembre, no lo vimos durante todo el día y nos dio pena pensar que se había perdido, pero a las doce apenas empezando el esperado 25 apareció cerca al nacimiento mirando concentrado el pesebre, pareciera que esperaba el nacimiento del niño, una de mis sobrinas se acerco al pesebre y puso al niño y mi gato que por navidad sospecho decidió compartir en casa con nosotros, se quedo mirándonos concentrados mientras todos nos deseábamos una felices fiestas.
Al día siguiente cuando mis sobrinas se levantaban para abrir los regalos, se dieron con la sorpresa que la mayoría eran para ellas, emocionadas abrieron todos los juguetes y empezaron a jugar, nosotros los más viejos bajábamos a tomar desayuno hasta que escuchamos la voz de una de mis sobrina que gritaba Jesús no tiene cabeza, Jesús ha muerto, todos asustado por tal herejía nos acercamos a ver qué pasaba y vimos la cabeza del niñito fuera del cuerpecito, mi hermano fue a reclamar a la pequeña, pero un olor fuerte nos hizo caer en el asombro, el niño del pesebre que ahora andaba descuartizado olía a orine y a orine de gato. Mientras mis sobrinas gritaban que ellas no habían sido me acerque al jardín a ver al micho y lo encontré en el centro relamiéndose mientras se comía otra angelical presa.

25 de diciembre de 2009

Navidades Imposibles

Feliz navidad a los imposibles, a los que abrazan el viento y hacen cuentas regresivas con los dedos de sus manos en los bolsillos. Feliz navidad a los que les salió sorteado el turno de madrugada el 24 de diciembre, a los que en la tarde desearon felicidades y nos vemos mañana. A los centinelas que se encargan de cuidar las celebraciones de otros, a los médicos de turno que curan heridas ateas, a los taxistas que maldicen los semáforos en rojo, suben sus precios, y se fuman un cigarrillo cansado con la noche buena. A los que se les reventó una llanta o los traiciono su auto, a los que se quedaron en el velorio hasta más de las doce, a los que no llegaron de viaje, a los que culpó la justicia, a los apátridas, a los que se les hizo tarde. Feliz navidad a todos los que como yo recibieron las doce con el corazón en 2 partes.

24 de diciembre de 2009

Felices Tradiciones

¿Hola? ¿Me escuchan? o ¿Me leen? bueno igual haré la prueba, les escribo por la cercanía de los días, ya saben, diciembre se vislumbra al final del camino como resultado de un año llevado a vuestra manera. Todos tenemos motivos aunque muchos digamos que ninguno, igual existe alguna excusa que propicie un saludo, un brindis, un cumplir con la la tradición o para no herir creencias: la adoración de un creador de alguna religión. Nos sentamos judíos y catolicos, protestante y ateos, agnósticos y budistas, musulmanes y cristianos y demás que mi ignorancia no me permite mencionar, cada uno en su mesa, en familia o con amigos; en la cercanía del hogar o en la lejanía de un país; que los sueños, la necesidad, el aprendizaje o el trabajos los empujo. No necesariamente brindaremos todos un 25, ya saben diciembre tiene 31 días y por ahí tendrán cada uno el suyo, en todo caso me uno a la excusa para saludar, para desearles mejores tiempos, un buen salud compañero, un beso amor, un felices fiestas amigos, un te extraño madre mía, un te quiero padre mío, un abrazo, mis hermanos, mis primos, felicidades también a los que olvidan, a los que encuentran poca excusa, dichosos los que tienen muchas, compartamos buena nueva y digamos que encontraremos motivos, para buscar en algún segundo, esa sonrisa fugitiva que nos permita desear Felices Tradiciones mis estimados todos.

16 de diciembre de 2009

Guillotina

Ahora que tu nombre se escucha en lejanía, que llega de ti el rumor de un extraño. Ahora que ya no puedo dar fe de tu localía y que tampoco puedo pedir tu estadía. Ahora que comentan que visitas al olvido, que andas paseando junto al vendedor de los desmadres. Te escribo estas líneas fugitivas con la intención de robarte esa sonrisa. Ahora que escape del cajón que me guardó el orgullo, para detenerme a estas líneas, podré expresar sin compasión alguna la desdicha que en el tiempo ha llevado tus siglas y me han ido carcomiendo sin tregua alguna. Entenderás que las palabras se han ido con los respiros y han sido reemplazados de puros quejidos. Mucho de esto tiene tu autoría y no se va disipando ni ahogando en los vasos. La dicha que pregonas por los portales se contrapone a la mía que busco por varios lares. Si quieres que me alegre por lo que he sentido, permite una sonrisa un poco fingida. Tendrás tus motivos para creer que la vida lleva tu ritmo y no la mía, en todo caso mujer de invierno no te prometo que todo será nuevo, te reclamo y recalco los daños y exijo de ti irlos arreglando, ya sé que quizás luego me arrepienta y que mucho de esto no tenga sentido, pero mujer de desdicha entiende primero que cuando se quiere existe monarquia y la razón que es el revolucionario termina siendo el perseguido y muchas veces guillotinado.

11 de diciembre de 2009

Tiempos Mejores

... como cuando el tiempo juega con barajas que no se acuerda que tenía y una fotografía rueda por las escaleras de mi casa a la ventana de otros tiempos que se pintan intransitables. Como cuando me veo en ese rostro que ya no es mío, en esa mueca que nunca aprendí, en esa sonrisa con amigos, en las ingenuas locuras estrenadas.

Cuando no me acuerdo de ese recuerdo, y otras veces lo llevo en la mirada, o en el paso, o en las cosas que no hago. Como un sueño de insomnio, un “yo me acuerdo que tú te acuerdas”, memoria colectiva por el tiempo compartido, caprichos del alma que selecciona sus excusas.

No había cristales de mira, todo era tan claro; no había excesos, no había mentiras; sólo gobernaba la idea de que sería más fácil después del colegio, sin mamá revisando los controles, sin reuniones de APAFAS, sin llamadas del coordinador, ingenuo aprendiz de ser humano, tu mejor ayer se fue mientras te lamentabas del oro que se rebalsaba por tus manos.

Ahora que vuelo los ojos cansados, como cuando por sobre el hombro me llaman sus palmadas, ahora que reafirmo todo lo vivido, que lo llevo como charco en la mirada, ahora que el mañana arde, que el futuro espanta, ahora que los golpes más fuertes no han llegado, que nos exigen oferta y demanda, ahora que aprendí a cometer errores, tomate esta botella conmigo, promoción; que también hubo tiempos mejores.

3 de diciembre de 2009

Navidades

La navidad ha llegado, y no me acuerdo que hice con mi 28 de julio, la navidad me ha encontrado más avaro, más huraño, más suicida. La navidad ha pintado su intento de invierno polar sobre mi vereda tropical, sus papanoeles por los balcones, sus ofertas, sus estrellas de Belén.

La navidad edición 2009 marca un ritmo diferente, por eso la odio, los abrazos incompletos de las doce, su brindis menos una copa, su nostalgia de noche buena, los silencios que duelen más cuando faltan, le sobrara a la cena una pierna de pavo, le faltaran excusas que nadie pedirá. No es nada contra ti niño dios, no es nada contra los duendes, no es nada contra Melchor, no es ir contra la corriente por nadar, tampoco posar de indiferente, te odio navidad, y que no se ofenda él del pesebre, es que María y José no se divorciaron un 25 de diciembre.