23 de septiembre de 2012

Guapa



Yo me enteré tarde de tu belleza, te vas a reír, pero creo que si no lo hubieran comentado mis amigos no me habría percatado. Al principio dudaba, pero sus argumentos eran muy convincentes, y tus ojos tan transparentes. Con los años y nuestros días, la gravedad de tu hermosura me fue absorbiendo y ya no podía hacer más que mirarte, esperar y mirarte, escuchar y mirarte, ceder a tus certezas y robarme el tiempo que me faltaba para regalártelo.

Fuiste tan guapa todos esos años, en todas las distancias, en la cercanía y en la conversación, al extremo de la línea telefónica o cruzando calles a mi lado. Nunca te lo dije, no me gusta decir obviedades, nunca te solté ni un piropo, porque me es fisiológicamente imposible, no creas que andaba por ahí recitando al oído cosas que no te decía a ti, ninguna otra mujer merece ser llamada guapa mientras tu vivas.

15 de septiembre de 2012

Después del amor



Después del amor te quedas con lo que eliges. Yo no sé si preferiste guardar las risas y tenerlas a la mano para que mi recuerdo pueda revivir en los latidos de tu corazón. O si finalmente logré borrar la cursi historia que escribía en tu espalda. No sé si tu memoria es selectiva, si puede separar nuestros días de mis noches, si quizás entendiste que nuestro siempre ya había terminado, y que el amor es para toda la vida, pero no necesariamente con la misma persona.

Yo guardo tus mejores días, mis mejores visiones y la bisutería que olvidaste en mi cuarto. Guardo los motivos que me hicieron amarte, tus argumentos, mis obsesiones y la sombra de un último beso mal dado. Cuido de la flama que aún sigue ardiendo porque no quiero apagarla, y escuchó las explicaciones de ese demonio consejero que me impulsó a cortarla. 

Después del amor te quedas con lo que eliges, o con lo que puedes, yo solo quiero darte gracias (en plural).