25 de abril de 2012

Las piedritas

Caminar por acá es extraño, las piedritas del suelo hacen tambalear mis pasos, los dueños del edificio, nunca se animaron por un suelo firme y yo me tengo que acomodar. Sacar las piedritas del zapato, pisar bien si vengo algo de más en copas, llenarme de alcohol medicinal si caí de tanto probar que podía caminar solo estando mal...de tragos. Cuando me mude, me enamore del departamento, del lugar, pero en ningún momento me fije del suelo que había saliendo del edificio o no le di importancia. Mi hijo llena la casa de esas piedritas que él cree son especiales y diferentes. Algunas las he encontrado en mi cama, el baño, mis cajones, inclusive en el plato de comida. ¿Verdad que se ven bonitos? sustenta mi hijo, y yo caigo en la risa de un padre encantado. Tanto dilema con estas piedritas y en algún momento los tuve que utilizar para mi beneficio. Una vez tiré piedritas tal cual adolescente a la ventana de la madre de mi hijo. Me moría por verla y no se me ocurrió otra mejor travesura que buscarla a su departamento y tirar piedritas como loco. Ella nunca salió y yo desistí cuando el rubor ya era incontrolable. Que puedo decir ya mandé 20 cartas solicitando que cementen el lugar, pero siguen las piedritas del suelo inestable afuera del lugar y yo llenándome de ellas o cayendo junto a ellas una noche en que me jugué a la suerte entre el trago y una mujer. Sabes en mi depa tengo piedritas que te van a encantar. ¿Qué? Que podemos ir a otro lugar, prometo no lanzar piedritas a tu ventana una vez que te vayas ¿No te entiendo, de qué hablas? De que me gustas y me encantaría que vayamos a mi depa, pero eso sí te sacas los tacos porque el suelo tiene unas piedritas que te llevan al suelo cuando llegas con este estado de alcohol Jajaja ¡Estas loco, sabes! ¿Lo dices por las piedritas? Jajaja ¡Deja de mencionar a la piedras! Es que no me dejan en paz, te lo juro. Tengo algunas en los bolsillos, si quieres te las presento. Jaja ¡No! Bueno ya estas advertida ¿nos podemos ir?... Y una vez más termine en el suelo, besando piedras y ella gritando sin parar. Mientras un líquido frio llegaba a mi rostro y pintaba las piedritas, seguro que a mi hijo le iba a gustar.

El amor y otras mentiras

Mañana vendré, prometo que volveré a buscarte entre los arbustos cómplices, entre los rosedales  protectores.  Yo vendré con la cara más distinta, algunos años que nos cambian, un poco, por nuevas molestias que no sabemos aceptar. Pero vendré y volveré a disimular mis quejas y pintare paisajes más bellos, más distintos a la verdadera realidad. Te prometo que te compartiré mi brazo, aquel que algunas veces alzo para protestar y mis ojos se rendirán en los tuyo y no miraran por buen tiempo lo que puede pasar más allá. Prometo volver y olvidar todo, jugar a comer en lugares bellos, ver películas graciosas y bailar sin parar. No comentare de crisis ni de problemáticas. Nuestro tema será el hoy, de los dos completamente enamorados y de lo bello que es compartir este caos, digo el lugar. No te preocupes, sé hacer mi papel y a veces me acomodo bien, ya luego pensaré en lo que a veces hay que pensar y luego miraremos al costado una vez más, pero no te preocupes de ese luego, déjalo que todavía no llega, ahora ven y baila conmigo, sonriamos por esta dicha pasajera que nos alimenta hoy, sólo espero que mañana no ande mendigando indignación.

24 de abril de 2012

Salud

Y si mañana llego para no molestar las ausencias impuestas, si mañana te comento el dolor que aquejo o quizás más tarde, porque entiendo, andan algo ocupados con sus propias quejas, que tal si disimulamos los dolores y nos pintamos de azul todos los involucrados. ¿Tú crees que les guste? Seguro así no nos acusen de insurrectos o revoltosos, de malicioso y pesimistas. Entiendo que no es bueno gritar en este lugar, quizás porque no se escucha más allá. Y si hacemos un trato, de que tratas de hacer lo mejor, yo pongo de mi parte en la espera que desespera y no caigo rendido con mi último respiro. Que te parece si cambiamos tu bata blanca por la mía color paciente y te olvidas por un momento de la rutina y te acuerdas con quienes tratas, que te parece si le damos algo de sensibilidad a los que atienden en este lugar y se olvidan de las malas caras. ¿Habremos solucionado algo? Y si nos pintamos de azul y bailamos junto a las cifras bellas de nuestra economía y convertimos este hospital en un manicomio hermoso donde está loco el que cree que su dolor es prioritario y el que considera que la salud es prioridad. Nos olvidamos de los dolores que aquejan, la mala atención, la falta de insumos, bajo presupuesto, la mirada esquiva del gobierno. Que tal si tan sólo bailamos completamente azules, como ellos lo ven, como ellos creen que es y debe seguir. Una danza, su danza que tanto les ha acomodado y así no nos salimos de lo establecido. ¿Te parece?...

18 de abril de 2012

A paso de enfermo

Son la 01:35 de la madrugada y el reloj también va a paso de enfermo. Una luz tenue llega a pintar ligeramente su rostro. La cama se queja de su peso y él se queja del peso de su herida. 01:36 Este lugar siempre grita dolores distintos, cada paciente es un fantasma que deambula de noche entre sus quejidos. Hasta el más fuerte ya no disimula ese dolor que jala internamente.01:37 Dentro de este aparente caos bullicioso existe realmente alguna armonía. Cama uno se mueve a la derecha y cama 10 a la izquierda, cama 4 grita fuerte y cama 3 lo calla, cama 2 ronca y cama 5 orina en el papagayo metálico; la cama 6 está vacía y en la cama 7 se escucha contar los minutos 01:38. No es un buen lugar para sufrir de insomnio aunque ni si quiera es un buen lugar para dormir01:39. Desde acá se ve el goteo de la medicina y el recorrido por la vía hasta sus venas. Va también a paso de enfermo y produce también el insomnio de alguno o1:40 No va amanecer todavía. Él lo sabe a pesar que cuenta los minutos y se queja cada cierto tiempo, será otra noche larga muy larga y muy lenta 01:39' 52''

3 de abril de 2012

El Mudo

Yo soy la parte fea de la estadística, la que todos quieren combatir, la última letra de tu escala social, la que todos quieren eliminar. La mañana se despierta con el ruido que hago al alistarme, las calles tienen todavía el sabor de la madrugada cuando espero el bus, todos los segundos cuentan cuando las tardanzas se pagan tan caras. En verano puedo ver el sol antes de entrar y a veces cuando salgo temprano, los demás meses es un recuerdo. Dentro del trabajo nos estacionamos en nuestros asientos y empezamos a ensamblar alguna parte de algún artefacto de alguna marca que bien puede ser de un perro robótico, una metralleta o un juguete sexual. El tiempo para almorzar debe ser exacto, si es menos mejor, si te pasas es un memo, si conversas más de 3 líneas son dos, si protestas son tres, si llegas tarde ya es causal de despido. Y a ver quién te contrata sin recomendación, con hambre, con el presupuesto ajustado, con mala suerte, sin esperanza. Rutina del día, rutina de la hora, rutina del minuto, si hasta ensamblo partecitas en mis sueños, rutina del segundo que se vuelve instinto, como la configuración de una maquina.

Puede ser peligroso salir tan tarde del trabajo, ya los buses pasan más lejos y con menos frecuencia, y aunque somos pobres, nunca falta algún ladrón que intenta robarnos a golpes nuestra nada. Y hay que volverse invisible a la hora de entrar en la casa, mamá está enferma y no quiero que se despierte, y hay que quedarse mudo cuando se llega a la casa, mis hijos tienen clases mañana y no quiero que se despierten; a veces mi mujer llega más tarde, yo la espero, otras veces la encuentro dormida y quisiera besarla en la frente pero tiene que trabajar mañana y no quiero que se despierte. Los días libres se buscan cachuelos y se puede conversar con la gente, se puede escuchar a la gente hablar, se puede ver a los otros hablar, se puede leer a los otros en el diario, a la parte que crece en la estadística, a los que cruzaron la línea o a los que solo la ven en gráficas, a los que teorizan la pobreza, resumen mi rutina y ensayan formas de combatirme. Los puedes escuchar hablar, los puedes leer decir que el país crece, que la economía salta, que la felicidad brota de los árboles y el oro esta bajo el polvo de mis zapatos, que este tiempo es el mejor, que el sol brilla por igual para todos, que hay una parte fea de la estadística, que no se adapta, que no sabe aprovechar la bonanza, que el pobre es pobre porque quiere, que es en vano ensayar alguna ayuda... Si tan solo tuviera voz para contestar