29 de abril de 2008

Noche y Cerveza

Ella era una chica plástica que quería tomarse unas chelas conmigo, y yo que nunca fui un chico plástico (por falta de méritos), decidí que al milagro no podría pedirle motivo. Ella llego vestida de rosa, combinando moda, sonriendo a cualquiera. Yo la esperé con la bufanda cruzada, con la casaca gastada, con look a lo Martín Romaña. Le gustaba declararse sentimental, emocionarse por la menor rima, por el más simple verso. Se confesaba enternecida por mis exabruptos de borracho, cuando confundo lugares y caras, soltando brindis donde no son bien recibidos.

Eran unas chelas muy frías, y yo que ya empezaba a entrar en calor, como la cosa se ponía buena, decidí que hasta el fondo estarían mejor. Siguieron las chelas, frías ellas, calientes nosotros, sonrisas en rosa que caían bajo la mesa, cual digno caballero me ofrecía a recogerlas, a elogiar su sensibilidad, a cumplir sus demandas. Seguía pues, enternecida con mis historias, con la exageración y la mentira, con las risas que ahora de mí caían, y el calor que poco a poco nos consumía.

Era una noche sin luna, y yo que la buscaba mientras caminábamos, hubiese justificado una historia más, la esotérica comprobación de cuanto nos amábamos. Terminamos en cualquier lugar, no sé como llegamos, la chelas frías, creo yo, nos llevaron. En punto de ebullición, ella se abría paso entre lo rosa, mientras yo dejaba al Romaña y su casaca gastada tirados por la pateadera, los besos corrían, las risas se estorban, los dientes se chocan, la timidez y el pudor no sumaban. La noche es una y será la última. Era una chica plástica, bajo unas luces de neón, en una noche sin luna y una mañana de "si te vi, no me acuerdo".

23 de abril de 2008

Ritual

La noche se confabula, las cortinas con su oscuridad me llevarían a recordarte. Las canciones fluyen por el reproductor, mi recuerdo por tus mensajes, tus modos y maneras, los te quiero sin compromiso, tus palabras de otro país; mi soledad, mi aburrimiento, mi cama, mi cigarrillo y su ritual

Sin necesidad de imágenes, con tu solo recuerdo, acostumbrado a este ser, con molestos relámpagos de imaginación en la noche.

El cigarrillo se consume, su leve brillo llena de rojizo resplandor mi estancia. El aire que entra por la ventana, la brisa de la madrugada que busco se lleve tu pesado olor a tabaco. La pieza se acaba, tu recuerdo no se deja vencer, mi tedio por estos días, mi labor tan cansada, tus pocas ganas, tus regalos que nunca llegan, los mensajes ya callados, tus manos distintas, tu frente desconocida, el aire pesado, las formas del humo, el encendedor que se cae, mi cigarrillo que no se acaba, tu malestar por mi vicio, mi timidez, mis pocas ganas y mi resignada forma de dejarte ir.

18 de abril de 2008

Vallejo

Viejo que hago? como se anda sin tenerte al lado, sin acudirte cuando duele el alma, cuando los versos -si podemos llamarlos versos- se escapan ante tus frases, se esconden timoratas ante tanta humanidad, ante tanto expresión del latir del hombre, de la lucha, de esa muerte que evocas para poder decir que como te gusta vivir, viejo te veo en bajo luz tenue, la sombra la que te muestra, con la que te expresas. Como te fuiste en viernes santo, "si el hombre sufre el dios es él" ironía no? dicen que fue la mañana de 1938 apenas si recuerdo claro tu vivias antes tu vives ahora, me confundi, amigo disculpa no haber ido a vistarte antes, pero es que no nacía. Vallejo te dejo en el lejano pesar, mejor dicho...pensar de la vida, viviras siempre...siempre,siempre, mucho siempre.

14 de abril de 2008

Triste y Solo en París

A las 365 hojas de Obra Poética
que se posan sobre mi velador

Esta tarde llueve, llueve mucho y no tengo ganas de vivir corazón. Casualmente se repite este verso y casualmente este día tiene validez, cuando ya hace 70 años que reposa su autor, triste y solo en París, con aguacero y sin el, con el recuerdo de una elite, como estampa de un País.

César Vallejo ha muerto, 70 años hace ya, y 70 años después que se vuelve mi poeta de cabecera, mi libro más maltratado, el grito de la bohemia.

Triste y aburrido te recuerdo hoy, decepcionado en Abril, abandonado, con todo mi camino a verme solo. Enamorado y maldito, condenado a que siempre se vallan, a que no dejen de haber sido tan solo un sueño. Hay ganas de… no tener ganas, hay ganas de no haber tenido corazón.

Gracias Vallejo por tu eterna forma de sentir, por la melancolía compartida, por la tristeza mal vivida. Gracias finalmente porque puedo citar que hoy me gusta la vida mucho menos, pero como me gusta vivir.

8 de abril de 2008

El Amor en los Tiempos del Tango

Qué sé yo de tangos, de Gardel, Valera y Calamaro, que le ponen a esta tarde luna llena. Qué sé de la milonga, del baile pecaminoso, de la cumparsita y del choclo que marcan mi tamborileo manual. Del día que me quieres, y la noche que me espera, de la tinta roja en la boca, la cobardía de la soledad y el miedo enorme de jamás volverte a ver. Qué sé yo de tangos, nada, sólo sé que me acompañan por un parlante, que le enciende el cigarrillo al fumador social, que le escribe cartas rimadas a la nueva Susana. Si me vieras papá, desempolvé tus discos, saqué el casset. Si me vieras Susana, puse tu foto en el monitor, abrigando una nueva emoción, encontrando otra postal, y tenias que llamarte igual. Si escucharas Andrés como hacemos dúo. Si me vieras Gardel que yo no sé nada de tangos.

3 de abril de 2008

De Flores y Revolución

… En caso de emergencia llamar a: ma mère.

-¿Qué quiere decir?
–A mi mamá, es francés,
-¿y si te atropellan en español?

Y soltamos la última risa antes de clase. Llego el profe, ella se sujeta el cabello para dejar ventilada la nuca, ordena sus lapiceros (6 colores, no exagero), ordeno el mió (uno solo, azul, para que más). Llegaba con su polo rojo, tan rojo como su corazón, nos hablaba de la revolución, de la lucha popular, de los derechos y la huelga estudiantil. Como le gustaría esta clase a Pilar, me dice bajito y soltando se el cabello sobre los hombros. No hace otra cosa que quejarse, hace mucho que no muevo mi único lapicero, la veo a ella los mueve mucho, dibuja flores, sí, flores, dibuja mientras el mundo se cae a pedazos, mientras el sistema nos condena, mientras la miseria nos absorbe, mientras sigue la revolución.

Sigue la clase, por fin, la teoría del valor. Presta atención muchacho, necesitas 19 para aprobar. Déjala que termine de dibujar flores, ella solo necesita un 2. Como quiere este viejo a Marx, como le gusta dibujar a esta chiquita, como me distraigo tan fácilmente y como le gustaría esta clase a Pilar. Sí, como le gustaría, aunque ahora a nosotros también nos gustaba mucho la clase, a mí también, a todos, nos había hecho reír el tipo este, con su broma del “pie derecho tío”, con su jerga, sus ofensas, sus cismas y su revolución.

Cambio total, dejó por momentos la revolución, se metió con las mujeres, con la sociedad machista, con el patriarcado y a ella cada vez le gustaba menos la clase. Claro, yo me reía, ella se ofendía. Ya tuvieron su día, que más quieren. Para que hable, levanto los puños amenazando movimientos de body combat, me escondí en mi cuaderno azul, ella era capaz. Aunque el tipo de rojo seguía hablando, seguía metiéndose con las mujeres, ahora si algo que dijo la ofendió, volteo la mirada, buscando una congénere solidaria, al ver la que las otras parecían dibujar flores regreso mas ofendida que antes.

Solo se que necesitaba ese 19, decidí ponerme su camiseta, decidí que el barbón de Marx tenia razon, que el sistema esta mal y el trabajador pobre, pobre, era un explotado de la patada. Decidí convertirme a su ideal, marchar por la revolución, remedar a los parisinos en mayo del 68, de esas ganas de cambiar las cosas, de esa esperanza en que el hombre puede ser mejor. ¿Por que el hombre? ¿Y la mujer?, que acaso la mujer no puede ser mejor. Feminista tenías que ser, es una generalidad mujer. Y ahora si, terminó de dibujar, terminó la clase, como le hubiese gustado a Pilar, como le hubiese hecho escucharla a Jano. ¿Los vamos a ver?, la clase terminó, el profe se fue, la revolución continuará la semana que viene, a la misma hora y en el mismo lugar.

2 de abril de 2008

Alucinado

Los escritos por ahí van, caminan entre lentejuelas y no se pierden en lo que se da. Ahí están las tarjetitas y las líneas con olor a carmín. Ahí se tienen unos versos para gritarlos hasta el balcón de Julieta. Me aprendí ayer dos refranes, tres trabalenguas, unos cuantos poemas, esos que gritan de amor. Imprimi dos cadenas y las pinte con suspiros de luz. Soñé con tres baladas de las que sufren de tanto no haber, me emborrache entre boleros que dicen son buenos y vomite entre líneas de grandes lentejuelas y confusas melodías. Es así como despierto, engominado hasta no dar más, bañado entre colonias de abuelo y con trajes que me pintan desigual. Camino como altanero, tengo unos zapatos nuevos que brillan como el sol. Ya sé, no me olvido del pañuelo que dice mi abuela me da calidad. Ahí voy con mi libreta de versos que recito a cualquier primor ¿Que dices te doy unos piropos y te vienes conmigo hoy? Ya bueno, al menos lo intento ¿eso es lo importante no? Ahí se pierden palabras, ahí me escondo yo. Me devuelven con las mismas ganas y me sigo creyendo un soñador.

Son sólo pensamientos

Martin Navarro es de las pocas personas a las que puedo llamar amigo sin pensar antes de hablar, me acompaño y (acompañara espero) durante mis más recientes ciclos en la universidad, compartimos gustos musicales, femeninos, bohemios y hasta un polo que es igual. La tarde de hoy me sorprende con lo que el llama sólo un pensamiento

Moverse es luchar con el espacio; quien se apresura lucha con el tiempo; discurrir es hablar consigo mismo; hablar en voz alta es pensar con los demás.
Y si el pensamiento,como el espacio y el tiempo , no tiene término ni comienzo,¿para qué cambatir contra lo infinito?


Martin Navarro Aragón

1 de abril de 2008

Quién me ha robado el mes de Abril

Quién arranca corazones, risas y canciones
Quién salpica con el vino sus pasiones
Quién se va con mi dedicatoria a medias
Quién promete cien mentiras más.

Quién me enreda con su pelo los boleros
Quién se va tras los pasos del consuelo
Quién se riza sobre el hombro en la mañana
Quién se sabe perdido cuando gana.

Quién se sienta sobre lo que no vendrá
Quién le prende cuatro velas a la soledad
Quién me tira desde el mas alto desamor
Quién se mete de madrugada por mi corazón.

Quién arranca del armario sus vestidos
Quién me apaga sin permiso el cigarrillo
Quién se bebe el licor de tu mirada
Quién me mira, grita, ignora y no me llama.

Quién se pone sin permiso en tu lugar
Quién me invita a jugar por jugar
Quién arranca de un suspiro lo más gris
Quién, coño, me ha robado el mes de Abril.