Una vez más me perdí en el juego de creer, de crear, de ver a través de tus ojos por mí, para mí. Una vez más estuvo esa confusión. Tú eras distinta, pero igual, había más en tu mirada, buscabas más en tus preguntas y yo cada vez que podía, te entendía menos, bueno, no había mucho de diferente en mi, mejor dicho todo seguía igual o volvía a ponerse igual, es que tú te perdías en el camino y yo te encontraba cuando andaba perdido, pasa y sucede que cuando andas ocultando el azar, el llenar de soledad, en tu confusión o seguridad que me llene de dudas o me asegure verdades contadas, quizás ande con tu imagen en el rabillo del ojo, en la mirada rebelde que te busca cuando yo le grito una vez más, ya no más, pasa que cuando miro y no lo hago, cuando van los temblores más cercanos y atino a la risa mal aliada, para buscarte en ese retrato para el no olvidar, para detenerte en el espacio de los tiempos que irán de lo lejano a lo quizás nunca olvidado a ese momento en que todos andemos prometiendo no volverse a mirar con los ojos del sueño perdido de esos que le llaman confusión, tú sueltas las barajas con la timides que te dibuja y yo con la soltura que me invento escojo todas pero no cojo ninguna, mientras te veo mirándome, buscándome, jugando a querer a sentir, dibujada cuando hablabas, cuando sonríes y me miras acompañada de un brillo especial y luego te pierdes en el camino del olvido y yo cada vez que puedo te entiendo menos, o te entiendo mejor y bueno ya sabemos que pasa.
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