28 de julio de 2008
Fiesta Patrias
Hoy 28 antes de que el día se despida te escribo a ti mi querido Perú, a tu riqueza a tu historia, que esta llena de derrotas y malos manejos de su riqueza natural, pero tuya al fin y al cabo. Te escribo a ti, no al papudo de presidente que tenemos que entre discursos lentos y somnolientos se paso una mañana pregonando, claro yo y sólo yo puede ver lo mejor del Perú, el gordo ta' loco y los congresista siguen aprovechando las fiestas para promocionar su circo, bueno te escribo a ti y no a la combi asesina, ni a los busess que se caen por mal manejo, mala infraestructura o malos conductores, tampoco a la tía que pintó su pared con bandera chilena y mucho menos a todo alienado que nació por estos lares y se olvido a penas pudo, te escribo a ti tierra hermosa, a tu naturaleza, tu comida, tu cultura, tu musica en todos sus generos, a ti tacu tacu, mestizo que sabes quien eres, donde estas y eres orgulloso de ello, al que puso la bandera antes que lo multen y dice de cuando en vez te odio tanto como te amo y te amo tanto como te recuerdo, le escribo a tu mar y las vistas que me permitiste a sus mujeres hermosas y las poco agraciadas pero felices con sus machucados, a las tías gordas quemuestran en sus mondongos la gran variedad de comida que tenemos y que de seguro se la empujaron, a los flacon que en vida fuimos y aprovechamos de su ventaja, a los que escriben, dibijan, cantan o calculan sus futuros asi que muchachos felices fiestas, sigamos entendiendo la gran riqueza que tenemos y el gran orgullo con el que andamos. ¡¡Que viva el Perú carajo!!! que clasificamos al mundial, jajaja.
De vuelta a casa
Adonde fuiste, yo deje las llaves y dije que me iba a comprar unos tiempos mejores, y tu me dijiste; claro, tu descuida, que yo te espero un rato más. Solo fue una excusa para salir de ese lugar, del cuartucho a donde te lleve, a donde me lleve, cuando coji mis maletas, unos libros y unos cuantos ignorados escritos, de esos que algún día te dedicaré y me largue de casa tirando la puerta, tirando el pasado, maldiciendo el presente e ignorando totalmente el futuro. No había mucho tiempo para pensar, era hora de actuar, como lo había hablado muchas veces en los encuentros entre amigos, iba a llegar el momento en que ya no iba aguantar mi rutina y mandaría todo a la mierda, era tan simple, sonaba tan simple, y era mi excusa para sufrir un poco, para escribir un poco, para vivir un tanto, ahora claro nada es como un escritor lo planea, y se siente mejor cuando lo escribes que cuando lo vives, todo cuesta, la habitación, la comida, las mujeres y los amigos, toda salida tenía un valor que ya pasaba lo simbólico y todo eso me mandaba a trabajar y a dejar de escribir, recuerdo que te dije que me esperes un rato y nunca más te volví a ver, claro tu si me querías y yo no te quería, no de esta manera, tu cuidándome, dedicándote a mi y yo mal viviendo a tu lado, por eso me largue y te deje como último recuerdo la cuenta de aquel lugar, claro a ver si así terminabas por odiarme tanto como yo lo hacia, ahora buscando mi final me encontré con la puerta de mi casa, la llave de mi habitación, la computadora donde escribo y te escribiré poemas y unos padres permisibles que me sonríen cuando paso de volada a dar los últimos exámenes de la carrera, prometo llamarte solo déjame encontrar tú número.
En la Guerra como en el Amor
Yo no sé si tú me quieres, porque fíjate, cuando un individuo verdad, quiere a alguien se lo dice ¿no?, ósea yo digo que, porque después quien sabe, quizás ni yo te quiera, además a todo esto, yo tampoco te he dicho nada, considera que también esta ella, porque no es de ti sola, sino que de la otra también y quien sabe si a las finales son tres o mejor cuatro o ya no sigo tal que dicen que no hay quinto malo. Y si tal vez los dos nos queremos, pero no sabemos del otro, total que tú crees que yo creo que no te quiero, y que yo creo que tú crees que no te das cuenta, y finalmente, ósea pa que te digo, si al final, ¿me entiendes no?, porque además uno muchas veces cree que sí y después que no y tal vez no se esta seguro, porque hay tres razones para decirte si te quiero o no, y si no las sabes, anda y pregunta porque ahí esta quien sí lo sabe para que te diga, bueno te lo digo yo, solo para que veas tal vez te quiero o tal vez no, las tres razones son tres: la primera, la segunda y la tercera.
Ahora me sales con que yo no quiero que me quieras porque no me siento digno de tu amor y que arrastro un complejo de Edipo y una similitud con Narciso, pero si yo a esos no lo conozco, deben ser de otro salón. Si después vienes a decirme que me querías, que yo también te quería cuando tú me querías, que ahora ya no nos queremos pero que si queremos querernos, yo te miraré fijamente como antes y te diré de una sola, porque tiene que ser a solas, que yo no se si tú me quieras, si tu me querías, pero en la guerra como el amor, ¡que viva Cantinflas carajo!
Ahora me sales con que yo no quiero que me quieras porque no me siento digno de tu amor y que arrastro un complejo de Edipo y una similitud con Narciso, pero si yo a esos no lo conozco, deben ser de otro salón. Si después vienes a decirme que me querías, que yo también te quería cuando tú me querías, que ahora ya no nos queremos pero que si queremos querernos, yo te miraré fijamente como antes y te diré de una sola, porque tiene que ser a solas, que yo no se si tú me quieras, si tu me querías, pero en la guerra como el amor, ¡que viva Cantinflas carajo!
25 de julio de 2008
Vulnerable
Es de noche y voy por ahí a buscar algo que sentía perdido, que se me escapó del bolsillo al ponerme de pie muy rápido. Ingreso a un pasillo agitado, repleto de muchos que también buscan lo mismo. Te veo entre ellos y entre su insignificancia, resaltan tus ojos limpios, tu mejilla blanca y tus labios rojos. Sobresale tu pequeño ser, tus manos frías, tus lentes, tu gesto de espera, tu saludo a lo lejos, tu bufanda, tu sonrisa, la caída de tu cabello y tu nombre en mi espalda.
No sospechaba que estarías ahí, me vuelto muy vulnerable, no te calculé. Paso rápido y me refugio en cualquiera, recuerdo lo que vine a buscar, encuentro a quienes también lo han perdido, me decido a esperar. Tú estas cerca, lo suficiente como para sentirte a mi lado, entre la gente que espera, algunos de pie, algunos en el piso, otros cansados, y creo que todos muy angustiados. Ya no escucho a quienes me hablan, estoy a tu lado te escucho aunque no me digas nada, siento la brisa que sale de tu boca, el sístole y el diástole de tu corazón, el olor de tu cabellos, el suave sabor de tu cuello.
Salgo al refugio de un cigarrillo, de esos que ahora me acompañan e intentan reemplazarte en mi boca. Salgo escoltado por un buen amigo, tratando de inventar alguna charla interesante, tratando ocupar ideas en vez de tenerlas todas en ti. No sospechaba que tú también saldrías, me vuelto muy vulnerable, no te calculé. Y vuelta a fingir, que no te vi, y si lo hice, no me importó. También el que tengas compañía me da igual, que se sienten muy juntos, que le rías a el, que lo veas, que disfrute tu vista, que me ataquen los celos, que le diga a ese amigo es mejor si nos movemos.
Vuelvo, y tú también. Te vas y yo quiero ser tu sombra, tu paso errado, el polvo de tus zapatillas, el relleno en cualquier bolsillo de tu pantalón. No puedo serlo, ya es mejor así, quedarme aunque ya no sé que buscaba, quedarme y estancarme en el tiempo, en tu voltear a la esquina, en ese último perfil inevitable, en la ausencia de tu mirada, en el vacío de la mía.
Es de muy noche y estoy en mi cama, no sospechaba que estarías aquí, me vuelto muy vulnerable, no te calculé. Te veo conmigo, entre mi insignificancia, resaltan tus ojos limpios, tu mejilla blanca y tus labios rojos. Sobresale tu pequeño ser, tus manos frías, tus lentes, tu gesto de espera, tu saludo a lo lejos, tu bufanda, tu sonrisa, la caída de tu cabello y tu nombre en mi espalda.
No sospechaba que estarías ahí, me vuelto muy vulnerable, no te calculé. Paso rápido y me refugio en cualquiera, recuerdo lo que vine a buscar, encuentro a quienes también lo han perdido, me decido a esperar. Tú estas cerca, lo suficiente como para sentirte a mi lado, entre la gente que espera, algunos de pie, algunos en el piso, otros cansados, y creo que todos muy angustiados. Ya no escucho a quienes me hablan, estoy a tu lado te escucho aunque no me digas nada, siento la brisa que sale de tu boca, el sístole y el diástole de tu corazón, el olor de tu cabellos, el suave sabor de tu cuello.
Salgo al refugio de un cigarrillo, de esos que ahora me acompañan e intentan reemplazarte en mi boca. Salgo escoltado por un buen amigo, tratando de inventar alguna charla interesante, tratando ocupar ideas en vez de tenerlas todas en ti. No sospechaba que tú también saldrías, me vuelto muy vulnerable, no te calculé. Y vuelta a fingir, que no te vi, y si lo hice, no me importó. También el que tengas compañía me da igual, que se sienten muy juntos, que le rías a el, que lo veas, que disfrute tu vista, que me ataquen los celos, que le diga a ese amigo es mejor si nos movemos.
Vuelvo, y tú también. Te vas y yo quiero ser tu sombra, tu paso errado, el polvo de tus zapatillas, el relleno en cualquier bolsillo de tu pantalón. No puedo serlo, ya es mejor así, quedarme aunque ya no sé que buscaba, quedarme y estancarme en el tiempo, en tu voltear a la esquina, en ese último perfil inevitable, en la ausencia de tu mirada, en el vacío de la mía.
Es de muy noche y estoy en mi cama, no sospechaba que estarías aquí, me vuelto muy vulnerable, no te calculé. Te veo conmigo, entre mi insignificancia, resaltan tus ojos limpios, tu mejilla blanca y tus labios rojos. Sobresale tu pequeño ser, tus manos frías, tus lentes, tu gesto de espera, tu saludo a lo lejos, tu bufanda, tu sonrisa, la caída de tu cabello y tu nombre en mi espalda.
21 de julio de 2008
A ver si funciona
Joven de diminuta edad, sueldo de camarero y coeficiente de intelectual. Sin gafas hace casi 10 años, una casaca cegada por tantas citas a ciegas y con camisa planchada por su papá. Busca, porque está diversificando medios, señorita, señora o simplemente mujer, que lo aguante y se deje aguantar, sin miedo a la noche y que no sufra si no la llaman, si es que nunca se le lleva el desayuno a la cama. Que respeta a mis amigos y sepa que nunca será todo en mi vida, que también están ellos y si no le gustan se aguanta. Que no pida ser la dedicatoria de toda mi poesía, que me deje aunque sea soñar con otras so pretexto de escribir.
Que no tenga pasado por mi conocido, que no cuente nada de su ex. Cuando haga frío sepa aceptar el abrigo de estos brazos casi podridos de tanta soledad. Que no calle los insultos de media noche, ni los besos en la mañana, ni la risa prendida de cada semana. Que sepa callarse cuando no se lo pidan, que sepa gritar a fuerza contra el malecón, contra el mar, el horizonte, el faro de la ciudad. Si prefiere a Sabina antes que a Arjona, gana 2 puntos, a Vallejo que a Neruda, van 2 más y a Borges que a cualquiera, me estoy dispuesto a casar.
Se aceptan doñas Bárbaras, Lolitas, Dulcineas, Beatrices, Susanas (sobre todo estas), Jimenas, Actrices, feministas, amateurs, deportistas, poetas, masoquistas, politicas, alcohólicas, hippies, mantenidas, y calculadoras dispuestas a tan sólo un click, mientras sepan mantener el humor y tener buen control.
Se les advierte de antemano, la poca creencia en la ley, los contratos y, por ende, el matrimonio, se les prevé poca atención en etapa de calor, muchas demandas en edad de frío. Un descaro cada sábado de parranda, olvido de fechas, alergia a las flores, nunca aprendí a tocar la guitarra, y siempre le anduve escribiendo a otra que se llamaba Fabiana.
A las interesadas dejar su comentario en este poco leído blog, o por email o por donde lo crean conveniente, se les estará esperando con ansias, se les lleva un buen rato esperando.
Que no tenga pasado por mi conocido, que no cuente nada de su ex. Cuando haga frío sepa aceptar el abrigo de estos brazos casi podridos de tanta soledad. Que no calle los insultos de media noche, ni los besos en la mañana, ni la risa prendida de cada semana. Que sepa callarse cuando no se lo pidan, que sepa gritar a fuerza contra el malecón, contra el mar, el horizonte, el faro de la ciudad. Si prefiere a Sabina antes que a Arjona, gana 2 puntos, a Vallejo que a Neruda, van 2 más y a Borges que a cualquiera, me estoy dispuesto a casar.
Se aceptan doñas Bárbaras, Lolitas, Dulcineas, Beatrices, Susanas (sobre todo estas), Jimenas, Actrices, feministas, amateurs, deportistas, poetas, masoquistas, politicas, alcohólicas, hippies, mantenidas, y calculadoras dispuestas a tan sólo un click, mientras sepan mantener el humor y tener buen control.
Se les advierte de antemano, la poca creencia en la ley, los contratos y, por ende, el matrimonio, se les prevé poca atención en etapa de calor, muchas demandas en edad de frío. Un descaro cada sábado de parranda, olvido de fechas, alergia a las flores, nunca aprendí a tocar la guitarra, y siempre le anduve escribiendo a otra que se llamaba Fabiana.
A las interesadas dejar su comentario en este poco leído blog, o por email o por donde lo crean conveniente, se les estará esperando con ansias, se les lleva un buen rato esperando.
20 de julio de 2008
Dos más y es hora de actuar
Dos más en otro sábado, dos más y capaz me lleve una sanción. Cuando las caras nuevas ya se hacen más familiares y se reconocen entre el bullicio inmenso de una broma bien hecha. Con un amigo de épocas legendarias que se mezcla a los nuevos personajes, que se engrana a la reunión como un referente, que comparte la memoria que solo algunos poseemos.
Pasa la madrugada de un mal llamado sábado, porque ya era domingo. Pasa y entre las flojeras de unos, mi risa, nuestro humo, su opción sexual, su sombrero de costado, su despedida y sus ganas de bailar; se iban subiendo los tragos a la cabeza, se daba la mezcla de licores adversos, excluyentes, del colofón de una botella de ron, de la exclusividad de un Juanito caminante (etique roja) y de mucho más humo.
Tocó la hora de que se vaya un compañero poco visto, muy, muy pasajero, tocó el turno, después de mucho, de levantar la copa por aquel fulano que se retiraba, de aconsejar como experimentado, tal vez no con la esperanza de que él me escuche, sino con el sueño, de que en la seguridad con la que hablé, me pueda convencer yo mismo de todo el plan que di, de esfuerzos y búsqueda de triunfos, de dejar de perder el tiempo, de un gastado ¡es hora de actuar!
Pasa la madrugada de un mal llamado sábado, porque ya era domingo. Pasa y entre las flojeras de unos, mi risa, nuestro humo, su opción sexual, su sombrero de costado, su despedida y sus ganas de bailar; se iban subiendo los tragos a la cabeza, se daba la mezcla de licores adversos, excluyentes, del colofón de una botella de ron, de la exclusividad de un Juanito caminante (etique roja) y de mucho más humo.
Tocó la hora de que se vaya un compañero poco visto, muy, muy pasajero, tocó el turno, después de mucho, de levantar la copa por aquel fulano que se retiraba, de aconsejar como experimentado, tal vez no con la esperanza de que él me escuche, sino con el sueño, de que en la seguridad con la que hablé, me pueda convencer yo mismo de todo el plan que di, de esfuerzos y búsqueda de triunfos, de dejar de perder el tiempo, de un gastado ¡es hora de actuar!
De vuelta a casa
Adonde fuiste, yo deje las llaves y dije que me iba a comprar unos tiempos mejores, y tu me dijiste; claro, tu descuida, que yo te espero un rato más. Solo fue una excusa para salir de ese lugar, del cuartucho a donde te lleve, a donde me lleve, cuando coji mis maletas, unos libros y unos cuantos ignorados escritos, de esos que algún día te dedicaré y me largue de casa tirando la puerta, tirando el pasado, maldiciendo el presente e ignorando totalmente el futuro. No había mucho tiempo para pensar, era hora de actuar, como lo había hablado muchas veces en los encuentros entre amigos, iba a llegar el momento en que ya no iba aguantar mi rutina y mandaría todo a la mierda, era tan simple, sonaba tan simple, y era mi excusa para sufrir un poco, para escribir un poco, para vivir un tanto, ahora claro nada es como un escritor lo planea, y se siente mejor cuando lo escribes que cuando lo vives, todo cuesta, la habitación, la comida, las mujeres y los amigos, toda salida tenía un valor que ya pasaba lo simbólico y todo eso me mandaba a trabajar y a dejar de escribir, recuerdo que te dije que me esperes un rato y nunca más te volví a ver, claro tu si me quería y yo no te quería, no de esta manera, tu cuidándome, dedicándote a mi y yo mal viviendo a tu lado, por eso me largue y te deje como último recuerdo la cuenta de aquel, lugar, claro a ver si así terminabas por odiarme tanto como yo lo hacia, ahora claro buscando mi final me encontré con la puerta de mi casa, la llave de mi habitación, la computadora donde escribo y te escribiré poema y uno padre permisibles que me sonríen cuando paso de volada a dar los últimos exámenes del curso, prometo llamarte solo déjame encontrar tú número.
18 de julio de 2008
Paso al costado
Siento mucho si mi sombra te incomoda, si es que ves tu salida en mis ojeras, tu negativa en mi silueta. Disculpa el reproche de responsabilidad, de que en tu soledad confundieras a la mía, de que una vez quise poder imaginar, que me deje llevar, me envalentonó la nueva vida, diferente a la primera vez, más cambiado, más mayor, más leído, pero igual de ingenuo. Perdona mi tropezón de soñador, sé que no lo buscaste, que quizás tú también te confundiste, no creo seas tan canalla. La culpa es de ninguno, quizás de Bryce que me hizo andar enamorado, disfrazando a Lima en París, buscando a mi Sophie, por la facultad, por el cine, por cualquier bar.
Absolvamos ambas partes, ni inocente ni culpable, ni víctima ni victimario, ya nos estamos acostumbrando, no es la primera vez. Sólo queda agradecer que sea ahora y no después. Lamentar que no se aclaro todo en un principio, dar mal paso a la desconfianza, a dudar de cualquier guiño comprometedor, mejor sería si es que no se les ve. Ni regresar a los recuerdos, ni revisar fotos, menos releer lo que se decía ayer, lo quizás nunca se debió decir.
Dame tiempo y quizás no te incomode, préstame fines de semana, lléname de trabajos, dame libros que devorar, historias alegres donde si hay finales felices. Quién sabe, cuando nos veamos quizás ya todo esto haya pasado, aunque de momento, mejor no arriesgamos.
Absolvamos ambas partes, ni inocente ni culpable, ni víctima ni victimario, ya nos estamos acostumbrando, no es la primera vez. Sólo queda agradecer que sea ahora y no después. Lamentar que no se aclaro todo en un principio, dar mal paso a la desconfianza, a dudar de cualquier guiño comprometedor, mejor sería si es que no se les ve. Ni regresar a los recuerdos, ni revisar fotos, menos releer lo que se decía ayer, lo quizás nunca se debió decir.
Dame tiempo y quizás no te incomode, préstame fines de semana, lléname de trabajos, dame libros que devorar, historias alegres donde si hay finales felices. Quién sabe, cuando nos veamos quizás ya todo esto haya pasado, aunque de momento, mejor no arriesgamos.
12 de julio de 2008
Con-fusión
Una vez más me perdí en el juego de creer, de crear, de ver a través de tus ojos por mí, para mí. Una vez más estuvo esa confusión. Tú eras distinta, pero igual, había más en tu mirada, buscabas más en tus preguntas y yo cada vez que podía, te entendía menos, bueno, no había mucho de diferente en mi, mejor dicho todo seguía igual o volvía a ponerse igual, es que tú te perdías en el camino y yo te encontraba cuando andaba perdido, pasa y sucede que cuando andas ocultando el azar, el llenar de soledad, en tu confusión o seguridad que me llene de dudas o me asegure verdades contadas, quizás ande con tu imagen en el rabillo del ojo, en la mirada rebelde que te busca cuando yo le grito una vez más, ya no más, pasa que cuando miro y no lo hago, cuando van los temblores más cercanos y atino a la risa mal aliada, para buscarte en ese retrato para el no olvidar, para detenerte en el espacio de los tiempos que irán de lo lejano a lo quizás nunca olvidado a ese momento en que todos andemos prometiendo no volverse a mirar con los ojos del sueño perdido de esos que le llaman confusión, tú sueltas las barajas con la timides que te dibuja y yo con la soltura que me invento escojo todas pero no cojo ninguna, mientras te veo mirándome, buscándome, jugando a querer a sentir, dibujada cuando hablabas, cuando sonríes y me miras acompañada de un brillo especial y luego te pierdes en el camino del olvido y yo cada vez que puedo te entiendo menos, o te entiendo mejor y bueno ya sabemos que pasa.
Buscando olvido
Y es extraño el olvido. Es extraño mirar de la ventana, dibujar la mañana y solo callar. Pasa que cuando te busco, me marcho antes. Tú andas entre sombras o marchas en desfiles que los ojos retratan. La fotografía que tuve de tu risa, la imaginación que te di muchas veces.
Los años que robaste en tiempos modernos, tienen ahora otro matiz, otro color, otro dolor. Ahora busco el olvido de tu recuerdo. Imagino que en ese andar del tiempo, en ese jugar del vino, estarás gritando presente. Por eso de mi ausencia en todo, por eso me escape apenas pude y salte sin mirar a donde. Aprendí a asimilar la ausencia y disfrute más de mi soledad.
Ahora escribo más, me salen más cuentos y todas cada vez te dedican menos líneas. Empiezo a dibujar otros labios, aunque me queda algo de tu sabor, la amargura de las mañanas o la resaca quizás, pero ya lo estoy consiguiendo, de a poco me convenzo. No hace falta muchos tragos. Todo va por buen camino. Te lo juro amor, digo, mujer, carajo como jodes, de nuevo hay que empezar.
10 de julio de 2008
Vagabundo
Ahora que me retiro sin compañía, cuando la soledad me alcanza sin que yo la haya buscado. Me siento tan parecido a ti, vagabundo amigo, que acostumbrabas finales solo, caminando por una raya blanca divisora de una carretera, que terminaba en un sol falso de escenografía hollywodense. Cuantas veces cometiste errores de los que no te enteraste, cuantas veces tu bondad te llevo a caer en las manos de la policía, tan canalla y tan dispuesta a servir, siempre a otro y nunca a ti. Huyendo a saltitos; un, don, tres y a correr otra vez.
Errante eterno, ingenuo y listo, que cuando lo abandonan siempre ríe, y camina por sobre los talones, levantando los pies, con el ya clásico andar. Que corría siempre, que saltaba, que tenia un perro, un amigo niño, una amante huérfana, un hambre inmensa; un, dos, tres y a correr otra vez.
Querido Chaplin con la ternura que inspiras en una sola mueca, con el silencio que solo rompe mi carcajada, con tu crítica al capitalista, con el sueño enamorado, y el cariño hacia los demás. Maestro Charlote y tu sucio bombin, tu saco corto y pantalones anchos, tus piruetas y maromas que emocionaron a la platea, tu bigote hiperactivo, tu voz callada por negligencia de la tecnología; un, dos, tres y a correr otra vez. Comiendo un zapato, o criando a un pibe, mecanizado o dictador, huyendo siempre o feliz en la carcel, solo o esporádicamente acompañado, eterno y siempre eterno. Básico y simplemente genial.
Errante eterno, ingenuo y listo, que cuando lo abandonan siempre ríe, y camina por sobre los talones, levantando los pies, con el ya clásico andar. Que corría siempre, que saltaba, que tenia un perro, un amigo niño, una amante huérfana, un hambre inmensa; un, dos, tres y a correr otra vez.
Querido Chaplin con la ternura que inspiras en una sola mueca, con el silencio que solo rompe mi carcajada, con tu crítica al capitalista, con el sueño enamorado, y el cariño hacia los demás. Maestro Charlote y tu sucio bombin, tu saco corto y pantalones anchos, tus piruetas y maromas que emocionaron a la platea, tu bigote hiperactivo, tu voz callada por negligencia de la tecnología; un, dos, tres y a correr otra vez. Comiendo un zapato, o criando a un pibe, mecanizado o dictador, huyendo siempre o feliz en la carcel, solo o esporádicamente acompañado, eterno y siempre eterno. Básico y simplemente genial.
7 de julio de 2008
Seguro
Yo iba seguro. Decidido a declararme, a dejar de reprimir a mi pecho en su agonía. Con la situación muy estudiada, con muchas amanecidas. Meditando técnicas, tácticas, acciones y estrategias. Rutas de escape, planes de contingencia. Me llene de supuestos, teorías, agregados y esquemas. Seguí fiel a mi metodología, recitando palabra a palabra mi relato estudiado, no me falló la memoria ni muchos menos la lógica. Llegué al éxtasis de mi prueba y me acuerdo que teniendo todas las respuestas, me cambiaron las preguntas.
5 de julio de 2008
Inalcanzable
Aquí va la balada de la vida privada
de un lector recién adherido a estas mentiras.
de un lector recién adherido a estas mentiras.
Se extraña mucho cuando no se ve, se extraña más cuando se está lejos, muchísimo más si era de otro, no hay comparación si es inalcanzable. Se sienten más largas las distancias y el regreso brinda, mas que pretextos, oportunidades de lucha, de reinvidicación, de hacer lo que nunca se decidió empezar.
En pie de lucha y conciente de que hay muchísimo por hacer, se dejaron atrás las trabas, la conciencia de lo inalcanzable. Huimos de otros ruidos menos suaves, preferíamos el terciopelo de una trova limpia, de un bar amoblado, de un rincón para solteros que querían dejar de serlos.
El alcohol envalentona, hace que las luchas decididas a librar se peleen hasta el final, que se pase la línea y se propongo muy rápido lo que quizás se debió dilatar. Se confiesa la condición, el arsenal a la vista y el corazón expuesto. Se recibe reciprocidad, sentimientos mutuos, un beso que calla al ruido de la Lima extrañada, que se ve en la inmensa negrura de un mar infinito, que se pierde con la noche, que no se sabe cuando termina, igual que ese beso.
Pero el final es capricho, y te deja la espera. Pide tiempo que no se tiene, para tomar tranquilamente una decisión. Sientes la necesidad de acortar días, el miedo de apresurarlos. Te deja el consuelo de unos puntos suspensivos, un abrazo digno de ser grabado, de anudarlo a la noche que me regalaste, igual que ese beso.
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