Y ahora que la noche de a poco va reclamando por tu ausencia, ahora que viene el luego y no hay disimulo que cubra las consecuencias, ahora que nos miramos varios segundos, queriéndonos en velocidades infinitas, mientras íbamos cayendo en la idea que lo mejor era esa despedida. Y ahora que te robe el silencio y declame, ya no la poesía de otros días, y que tu ibas perdiendo el aliento mientras buscabas los argumento que expliquen el sentimiento perdido. Ahora que no hubo tiempo más que dar a los motivos y teníamos la duda sobre la seguridad con la que nos despedíamos. Ahora que esos segundos en que pudimos revertir todo los miramos de reojo irse, yendo, de a pocos. Confiados en la virtud de nuestros días fuimos dándonos la espalda con los temblores en los labios. Ahora que mis pasos están, ya distantes de los tuyos y mi mirada hacia los costado, no te encuentra, cuando te busca en plenas caídas de la certeza. Ahora que somos consientes de haber escogido lo mejor por más que exista alguna duda que flota en los barquitos de la costumbre. Ahora que me voy convenciendo de las decisiones que se han tomado y que voy entendiendo que el dolor que se me esta escapando por la garganta tiene ese, tu recuerdo que iré soltando con el tiempo, mientras vaya teniendo la certeza y se vaya escapando la costumbre. Alguna duda extraviada, una añoranza fugitiva, un -Amor, como has estado. y un ahora -Nos vemos luego, ya distante, más extraños. Tú sonrisa, yo silencio y todo esto tendrá sentido cuando la despedida nos duela menos.
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