Este Julio que pasó debe de haber sido el más frío de todos, el clima está cambiando. Lo mismo me habías dicho el Julio pasado cuando en Buenos Aires nevó luego de 89 años. “El clima está cambiando”, sentenciaste terminando de hacerle el nudo a tu bufanda y reprochándome lo delgada de la casaca. “El clima está cambiando”, decía un sujeto en el documental que vimos esa noche, que el frío seria más intenso, pero yo no sentía nada, yo tenía un par de mejillas calientes y rojas, tu breve cintura en mi mano derecha, tus brazos de chalina, muchos besos y algunos libros. Ahora que si los demás sentían más frío, no estoy seguro, para mi la temperatura del ambiente era otra, quizás el invierno de Julio pasado no fue tan gris contigo, ni tan invierno a tus espaldas, pude haber creído que mientras en Buenos Aires nevaba, aquí tenia yo calefacción en cada esquina, en el umbral de tu puerta, en la pateadera de tu cama.
“El clima está cambiado”, dice el anuncio de la PUCP contra la contaminación, busco casacas gruesas en los almacenes de siempre, chompas de lana, camisas manga larga. Si las vieras no me reprocharías nada, me preparó para el frío. Ahora ni la bufanda marrón me salva del aire malicioso en la esquina, regresé a casa estornudando, con el cabello mojado por la lluvia. No había refugio, todo estaba helado, ni siquiera tu foto guardaba un poquito de calor. Este Julio que pasó anduve con las manos en los bolsillos, sin rodear tu cintura, sin tus mejillas rojas, sin tus brazos y sin tus besos, sentí mucho frío, el clima debe de estar cambiando.
1 comentario:
Pienso que el invierne sin la mujer a la ke amas se hace taaaaaaan frio.
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