A las 365 hojas de Obra Poética
que se posan sobre mi velador
Esta tarde llueve, llueve mucho y no tengo ganas de vivir corazón. Casualmente se repite este verso y casualmente este día tiene validez, cuando ya hace 70 años que reposa su autor, triste y solo en París, con aguacero y sin el, con el recuerdo de una elite, como estampa de un País.
César Vallejo ha muerto, 70 años hace ya, y 70 años después que se vuelve mi poeta de cabecera, mi libro más maltratado, el grito de la bohemia.
Triste y aburrido te recuerdo hoy, decepcionado en Abril, abandonado, con todo mi camino a verme solo. Enamorado y maldito, condenado a que siempre se vallan, a que no dejen de haber sido tan solo un sueño. Hay ganas de… no tener ganas, hay ganas de no haber tenido corazón.
Gracias Vallejo por tu eterna forma de sentir, por la melancolía compartida, por la tristeza mal vivida. Gracias finalmente porque puedo citar que hoy me gusta la vida mucho menos, pero como me gusta vivir.
César Vallejo ha muerto, 70 años hace ya, y 70 años después que se vuelve mi poeta de cabecera, mi libro más maltratado, el grito de la bohemia.
Triste y aburrido te recuerdo hoy, decepcionado en Abril, abandonado, con todo mi camino a verme solo. Enamorado y maldito, condenado a que siempre se vallan, a que no dejen de haber sido tan solo un sueño. Hay ganas de… no tener ganas, hay ganas de no haber tenido corazón.
Gracias Vallejo por tu eterna forma de sentir, por la melancolía compartida, por la tristeza mal vivida. Gracias finalmente porque puedo citar que hoy me gusta la vida mucho menos, pero como me gusta vivir.
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