La noche se confabula, las cortinas con su oscuridad me llevarían a recordarte. Las canciones fluyen por el reproductor, mi recuerdo por tus mensajes, tus modos y maneras, los te quiero sin compromiso, tus palabras de otro país; mi soledad, mi aburrimiento, mi cama, mi cigarrillo y su ritual
Sin necesidad de imágenes, con tu solo recuerdo, acostumbrado a este ser, con molestos relámpagos de imaginación en la noche.
El cigarrillo se consume, su leve brillo llena de rojizo resplandor mi estancia. El aire que entra por la ventana, la brisa de la madrugada que busco se lleve tu pesado olor a tabaco. La pieza se acaba, tu recuerdo no se deja vencer, mi tedio por estos días, mi labor tan cansada, tus pocas ganas, tus regalos que nunca llegan, los mensajes ya callados, tus manos distintas, tu frente desconocida, el aire pesado, las formas del humo, el encendedor que se cae, mi cigarrillo que no se acaba, tu malestar por mi vicio, mi timidez, mis pocas ganas y mi resignada forma de dejarte ir.
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