31 de octubre de 2009

Cuestión de rutina

Estaba como de costumbre en una camilla. El de blanco me recibía con su frase de siempre: es cuestión de rutina hijo. Esta vez yo andaba tarareando una canción de Miguel Bose que sonó en la película La vida es Bella, ese era mi acompañamiento a la rutina, a la que me iba acostumbrando con el pasar del tiempo... La enfermera se acerco y me dijo que antes de entrar a la tomografía tenía que hacerme un examen de creatina ¿de crea..qué?. Cuestión de rutina, me decía la enfermera, mientras inventaba una sonrisa. Yo la mire como quien escucha esa frase muchas veces y solo le guiñe el ojo al partir, entre tubos de ensayo, alcoholes y batas que muestran más de lo normal.. En el laboratorio había dos especialistas para hacer el examen y por cómo le hablaba uno al otro me pude dar cuenta que uno era practicante... El practicante me limpio el brazo con alcohol, me sujeto con liga y empezó a buscar mi vena, para su mala suerte ella se había escapado hace mucho tiempo entre tanto pinchazos de rutina. El de experiencia hace un gesto de fastidio y mete la aguja buscando demostrarle a su discipulo cómo es que se hace, aunque para su mala suerte, nada salía. Es cuestión de rutina, le dije mientras le dabaa una palmada de aliento y soltaba las carcajadas del convencido, al rato el liquido escaso fluyó y llenoó el tubo de examen...Con resultados hechos volví al laboratorio, me esperaban una hermana que no se había olvidado de esta rutina y unos extraños que hacía cola, Ella me dio una mirada cómplice mientras entraba a ese salón y yo le gritaba que no se preocuparan que aquí todo era cuestión de rutina. La laboratorista me explico los pasos y me pidió me eche en la camilla. No se acordaba de mí por lo visto a pesar de que la última vez nos reimos juntos. Este salon tiene aire acondicionado porque la máquina necesita una temperatura fría, y yo empecé a temblar de tanto aire nuevo, de tanto poco abrigo, me pidió que me relaje y yo le grite que era por frío y sería bueno que me tape con la frazada y ella totalmente cómplice me dijo que hasta el frío era cuestión de rutina, la mire y la mande al carajo, no sin antes decirle que mi respuesta también formaba parte de esta puesta en escena. Lo demás, ya lo saben, fue cuestión de rutina, un aparato, una doctora, unos remedios y un enfermo, posamos juntos para la fotografía, mientras tarareaba una canción de Bose.

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