Hace ya 84 octubres que he vivido y mi memoria se va escapando en cada soplido que he hecho, hace tiempo voy viendo nuevas generaciones y nietos que hacen ruidos a cada rato mientras se me van haciendo confusos con lo años. Ahora la vida se hace pausada, medito en el tiempo que demora tomar el desayuno o en lo que demora ponerse la ropa, hay más espacios para analizar la vida y suficientes como para despedirla. Recuerdo haber comprado esta casa soñando mirar siempre el ocaso, y que por estos lares me gustaba mucho ir al malecón, muchas de esas veces las compartí con grandes amigos y otras con bellas compañeras. Ya la vida se me hace más peligrosa y darse un baño despierta el miedo de caerse o el inicio de un sueño da la impresión de ser el último. Debo admitir que muchas veces maldecí haber despertado cuando ya había creído que todo había terminado y otras veces bendije el día nuevo por escritos que aún no había culminado.
Cumplo 84 y pareciera nueva esta sensación en mi vida, quizás sea la nostalgia del tiempo, de los viejos y buenos amigos que he ido olvidando o los grandes y malos amores que me han olvidado, recuerdos que se han ido confundiendo con el tiempo y la soledad actual, aunque siempre he estado acompañado por mis gatos, muchos de ellos también me han ido abandonado, no los culpo se comportan como humanos, pero este último sabe que seré el primero que se despida, por lo que ha optado quedarse más tiempo, ya que su nombre se me olvida a cada rato he decidido que se llame micho.
Desde chico me la pase olvidando todo los malos momentos, por eso siempre andaba sonriendo, alguna vez me dijeron que ese acto de olvido era una búsqueda de la calma, de una tranquilidad que permita poder crear más historias, conversar e irme descubriendo cada vez más.
Mis respiros parecen tributos a esos tiempos, este último fue largo, pausado, por un momento volví a sentir los latidos de la juventud, no me preocupo, hace mucho que ya no lo hago, estoy abierto a la despedida, sólo espero no sea fatídica, siempre dije que tuve más miedo a la vejez que a la muerte, por eso ya viejo quisiera tomarme un trago con ella, en fin, el día se me va haciendo muy largo y la soledad a la que me condenó mi longevidad me permite estos tiempos; 14 de Octubre siempre me ha gustado, un día lo considere como una excepción al calendario por tu partida y en otro simplemente lo había olvidado.
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