Suéltense estas líneas Ricardopalmeanas, más por la feria que por la Tradición, o quizás por el lujo de naufragar entre estantes con 30% de descuento, con algunos daños menores, y a leer por leer. Es que uno vive así, de libro en libro, aunque del mismo autor, de canción en canción, aunque también de Sabina. Señora, me llevo este Borges, y también ese Ribeyro, súmele esta agenda y algo para recitar, cárgalos a mi cuenta del Scotiabank, también Vargas Llosa, como no Neruda, Cortazar, Saramago, y… su tarjeta no tiene fondos Señor.
Cuanto polvo bien hecho, cuanto plástico que insulta, cuanto ver que no he visto, miopías de pasado mañana. Un cigarrillo suelto que salta del bolsillo, cuidado mocoso que me manchas los libros. ¿Lectura veloz?, y qué hago el fin de semana, ¿separador de paginas?, y qué hago con los boletos. ¿Sigue sin fondos la tarjeta?, mira que me pagan el viernes.
Aquí estas “No me Esperen en Abril”, espérame y nos tomamos un café; sabes, ando algo corto de efectivo. También Obra Poética de Fulano, de Sultano y, como no, de Vallejo, aléjate de mí que ya me has hecho mucho daño, Versos a la Luna, Rimas del Desterrado, Por aquí gime una herida, Cuanto cuesta haber soñado. Finalmente compro una excusa para no dejar de soñar, mi Sabina, tan Bob Dylan, con su agenda tan manjar. Mucha, mucha poesía, y tú, que no te dejas alcanzar.
1 comentario:
... yo también anduve por aquella conjunción del mar de letras y el océano humano, mi búsqueda no tuvo éxito, yo no buscaba algún libro en especial, buscaba aquella risa naciente en aquellos primeros días de la feria del año pasado.
Sin éxito y sin risa ... fui hacia la puerta de la felicidad (calle berlin)
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