25 de enero de 2012
Siempre, Siempre, Mucho Siempre.
Vamos vieja, aun falta un poquito, no te preocupes que yo voy delante, sé que no estoy mucho mejor que tú pero siempre te voy a cuidar. Toma mi mano como antes, como siempre, déjame guiarte por las calles y los años que delatan nuestras arrugas, yo seré tu bastón y tú serás mi compañera. Aún puedo luchar por ti, por buscarte un gramo de sombra en la calle ardiente, por conseguirte una banca donde puedas descansar tu fatiga acumulada; aun puedo acercarte un plato de comida y un vaso con agua. No me niegues esa rutina, déjame el tiempo para verte sonreír y arreglar tu cabello como a los 17 años, déjame darte mi abrigo los días de lluvia, prepárame una de esas cenas que compensan el trabajo de obrero sin vacaciones ni jubilación.
Sé que la vejez es horrible, a veces hasta indigna. Parece como si todo lo malo que hicimos en nuestra juventud regresará a pedirnos explicaciones, pero a tu lado la tortura es menor y vale la pena despertarse adolorido una noche más, no necesito esperar la atención de nadie si tengo la tuya, ¿me escuchas?
Vamos vieja, deja que nuestras manos se juren amor eterno, mientras mis ojos ciegos descubren que eres más hermosa ahora que solo te puedo ver en mis memorias, abrázame como nunca, espérame como siempre. No te olvides, recuerda que tú jurabas “Siempre, siempre, mucho siempre”, entonces, ¿Por qué me has dejado, vieja?, ¿Qué voy a hacer sin ti?
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5 comentarios:
Y aquí me encuentro, devorando cada entrada exquisita de este blog. A mi también me encantaría vivir siempre, así fuese de barriga.
Saludos!
Muchas gracias por el comentario, y si a mi tmb me encataria el siempre y que nunca me falle la tonada...
Espero devores muchas más mentiras.
esa foto es mia!
Yo, en silencio viéndome esperar ,tus manos, tristes, de lagrimas.
Tu, mirando la sombra, si, la sombra, ¡La sombra mía! que mirándote, te refleja....
ojala esos puntos suspensivos continuen
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