28 de marzo de 2011

Nebuloso

Todo es tan nebuloso cuando uno bebe, ya sabes, las distancias se acortan y los pasos son tan inestables entre las nubes, o entre el piso, o por el piso, como sea, uno hace siempre el mayor esfuerzo para estar de pie y con una sonrisa en el rostro, aunque tú lo tomes como una mueca coqueta y perversa, pero no se asuste señorita yo no soy de esos borrachos, solo deme algún rincón con una almohada que yo con mi saco me abrigo, verdad ¿Dónde dejé mi saco?, no importa no tengo tanto frio, solo deme un rincón, claro si es que no hay más whisky, yo me acomodo bien en ese espacio, de usted depende si me quiere acompañar, tampoco era necesaria esa cachetada, guárdesela que solo era una sugerencia, yo puedo dormir aquí, o bueno si insisten me voy, total, la pasamos muy bien anoche, aunque ahora no me sonrías igual, ni me miren tus amigos como me miraban cuando te hacia bailar una salsa de aquellas que me gustan, pero al parecer me marearon más las vueltas a mi que a ti, tampoco es que te haya querido marear, pero de haber sido así quizás si me hubieras querido acompañar a ese rinconcito, calma, ya dije que no son necesarias las cachetadas, yo me voy no se preocupen, se llegar solo, aunque esta muy nebulosa esta mañana puede que tropiece una o dos veces antes de tomar un taxi, pero no dicen que siempre ando por las nubes o que tengo cabeza de nube, ya déjense de tomarme fotos que me voy ¿alguien sabe dónde dejé mi saco? Bueno me lo mandan por e-mail o por inbox como está de moda hoy en día, no es necesario que se despidan quizás a ustedes también les están moviendo tanto el piso como a mí, me iría más deprisa si no fuera tan complicado ver donde pongo los pies.

Todo es tan nebuloso cuando uno bebe, ya sabes, viajas en un taxi y no te acuerdas cual fue el precio que acordaron para que te lleve, o si es que solo te subiste y le dijiste “a mi casa y rápido que estoy llegando muy temprano”, por ratos estoy despierto y voy reconociendo de a pocos las calles que van abriendo sus ventanas al nuevo sol que nace allá arriba y me hace doler tanto la cabeza, sospecho que en mi próxima dormida ya estaré más cerca, me arden un poco los cachetes, y ¿Dónde diablos habré dejado mi saco?. Sí, sí señor, ya estoy despierto, doble en u en esta esquina, luego de frente para atrás hacia la derecha de la izquierda, digo que entre por aquella esquina, si aquí déjeme, ¿Cuánto le debó?, ok y cinco soles más por lo que dejé en su asiento trasero, perdón pero es que su carro estaba tan nebuloso, me mareó, suerte, disculpe, la tuya malcriado.

Todo es tan nebuloso cuando uno bebe, ya sabes, las veredas están tan desniveladas, ese alcalde prometió tantas cosas para que lo elijan y no puede arreglar esta callecita triste, y a quién se le ocurre poner un arbusto en mitad del camino, y ¿Dónde diablos andará mi saco?, por lo menos no perdí las llaves, y si todo no fuera tan nebuloso podría abrir con mayor facilidad la reja, ya está, ahora solo queda el tramo final, subir los tres pisos hasta mi departamento de soltero maduro, pero no maricón, ya está, ahora solo queda la última puerta y podré descansar de tanta nebulosidad, pero la llave no reacciona, no da vuelta al mecanismo oculto que me permite entrar a dormir, maldita sea, maldita puerta, te tumbare a patadas si es necesario, y seguiría pateando si no me abriera la puerta ese niño con cara de sueño que grita “mamááaaá el borracho de arriba se equivoco de piso otra vez”.

19 de marzo de 2011

PBI

El año pasado éramos diez en el 3er año de secundaria del Centro Educativo Nacional N°4065 de Puno, ahora somos 6, Luis y Ramiro se fueron a trabajar con sus padres a la chacra, Ana y Carlos no sobrevivieron al frio del invierno pasado, como varios vecinos más del pueblo. Quizás el otro año sean solo cinco, papá ya me dijo que necesitaba de mi ayuda en la chacra, que ya no le pagan lo mismo por la cosecha, y que se siente muy cansado después de tanto tiempo. De momento trató de aprender lo más que pueda y lucho contra el sueño y el hambre y el frio, que cada vez parece estar más frio, algún día llegaré a Lima y estudiaré en la San Marcos como mi profesor de matemáticas, que es limeño pero quiere enseñarnos aquí, muriéndose de frio el pobre, que es moreno y costeño, y que a veces nos cuenta cosas de la capital, y que a veces nos regala los periódicos pasados que le traen desde la ciudad. A mí me gusta llevarme varios de estos y leerlos toda la noche mientras dure la luz de la vela, hay de todo tipo y a veces me confunden, porque algunos aplauden cosas que otros maldicen, y algunos dicen que si mientras otros dicen que no, además cuentan cosas sobre personas y objetos que nunca he visto, sospecho que todos los periódicos tienen secciones dedicadas a cuentos futuristas como los que a veces nos narra el profesor. Otra cosa que no entiendo es la forma de escribir que se usan en estos periódicos, hay muchas palabras que no conozco y otras que no puedo ni siquiera pronunciar, por ejemplo PBI, INEI, PCM, PPK, PAP, etc.… Y sobre todo me gusta quedarme con los periódicos del profesor porque se los pongo por debajo de la ropa a mis hermanos cuando tienen mucho frio.

En las últimas semanas los periódicos han dicho que van a escoger al nuevo presidente, lo curioso es que yo nunca conocí al antiguo, pobre de él, aun no ha hecho nada y ya lo van a cambiar. También en las últimas semanas todos los periódicos han coincidido (cosa muy extraña) en que el PBI ha venido subiendo en 8%, 9% y hasta 10% y esto debe de ser muy importante porque todos los periódicos lo tenían en sus primeras páginas y con letras muy grandes, le preguntaré a papá que significaba PBI (y que significa %), ya que debe de ser algo muy importante, porque PPK había comentado que según el INEI el PBI había aumentado y no solo este mes sino desde hace varios años, como nunca lo había hecho en la historia del país, y que ahora estaba aumentando más que nunca, no entiendo que será eso, sospecho que deben de estar hablando del frio.

Japón

Los acontecimientos abruman la vista, resaltan las emociones y despiertan diferentes expresiones de solidaridad y consideraciones con el hermano país del Japón. Uno quisiera entender el por qué de tremenda fatalidad. Algunos hablan de la ira de Dios, que por sobre el hombro nos da varias palmadas, y otros, los más terrenales miramos en la furia de la naturaleza algunas explicaciones. Japón decidió en algún momento de su historia tener los mayores crecimientos económicos y tecnológicos, cegándose, en muchos casos, a la conciliación que debía tener con la naturaleza. Quiso imitar a occidente y puso el 32% de su consumo de energía en manos de centrales nucleares. Y se compró la teoría de que el planeta depredado no pasa factura. ¿Y ahora? Este país hermano, llora y sufre su olvido. ¿Lo merecieron? No, para nada, se podría decir que ninguna muerte es justificada y menos el dolor que tienen ahora nuestros hermanos japoneses, pero la naturaleza arbitrariamente escogió a Japón para descargar su ira y nos demostró que aunque siendo el Japón el país más preparado para resistir los embates de la naturaleza, no pudo hacer nada ante su furia. Y la tecnología que era parte de su nuevo orgullo (post guerra) se convertía en su peor condena. El mundo llora la tragedia, pero mira con miedo lo que puede pasar ahora con los reactores nucleares. Akio Komori, director de una de ellas llora por la impotencia (no puede sacar a todos sus trabajadores porque ellos tienen que luchar para evitar una mayor tragedia) Y el primer ministro nipón Naoto Kan expresa la fatalidad en la que están, mandándoles un mensaje a todos los que están en el reactor nuclear. -El abandono es imposible, sigan hasta que la exposición de la radiactividad los mate- Qué nos puede generar esas palabras, a estos hombres los llaman los hombres anónimos y la mayoría son mayores de 60 son una generación con arraigo ancestral y orgullosos se quedan como símbolo del Yamato Damasshi (Espíritu japonés). Pero ¿es justificable? ¿La muerte es justificable en algún momento? La pregunta lejana ya, a la fatalidad del terremoto, es… Se tenía que llegar a esto para abrir los ojos. El modo de producción consumista y depredador tenía rivales. Lloras ahora tú viendo los videos y en los andes lloran los nevados deshelándose, los animales no entienden este calentamiento global. Nuestro mundo se confunde a las bellezas de nuestras cifras que nos arrojan las cuentas nacionales. A quienes queremos imitar y con ellos a quienes estamos olvidando. Un abrazo a todos, el mundo hoy llora por todos lados y por todos los motivos que nos llevaron a estos resultados.


16 de marzo de 2011

Autómatas

Él tenía clara la idea. Sabíamos que lo iba a hacer. Se levantaría ese día, se daría una ducha, juntaría sus últimos escritos, llevaría el último libro, un abrigo y listo. Saldría de este lugar. Era imaginable, era lo que se esperaba de él. Tendríamos el suceso que necesitábamos para matar la rutina de este lugar. El trabajo nos consumía, nos volvía autómatas.
Buenos días, buenos días. Algunas respuestas, otros gemidos, algunas miradas y otros totalmente distraídos, ignoraban tu presencia.

Todos sabíamos que tarde o temprano uno de nosotros iba a colapsar, siempre terminaban pidiendo licencia y nunca más volvían, quizás se iba al país del nunca jamás, ja. En esta ocasión los faltantes y los atrasos obligó a la oficina evitar las salidas. Ahora si, algo tenía que pasar, lo presentíamos, lo deseábamos, pero Julio era el más débil y todos necesitabamos de su colapso. No era justo, es verdad, pero era necesario para sentirnos más vivos, más sanos y descubrir aun nuestra capacidad de asombro.

Ella lo quería y no iba permitir que llegue a derrumbarse, sabía que era capaz, lo veía en su mirada, pero el amor que sentía le hacía buscar las maneras de despertarlo. Hizo más cosas de las que pensó se atrevería. En algún momento paso por su cabeza si esos actos eran parte de la locura en la que ella caía, podría ser, ella la que colapse. No entendía mucho más que el cansancio de lo ojos que él podía reflejar.

Julio, por momentos no era humano, flotaba y se perdía entre files y documentos que terminar, la música que escuchaba le ayudaba a escaparse, pero a pesar de todo terminaba siempre a buena hora, teniendo el suficiente tiempo para planificar. En alguna reunión el dijo más o menos cómo era la estrategia. Desde ahí todos saben que él será y todos esperan que lo haga. Julio no entiende mucho, ya, lo que dice, cree que en algún momento todo se apagará.

...Dónde está el botón...mira por todos lados...la gente se encuentra tirada en el piso...ve sangre, se le nubla por momentos la visión...algunos a pesar del miedo se les ve cierto grado de satisfacción...¡Lloran!! Busca el interruptor, apaga la luz...

Pum, se acabo...