23 de octubre de 2010
El Detalle que faltaba
Sé que andas por ahí invitando a pecar, convidandome algo de ti, sin conocer realmente tus límites. Sé que llevas una ligera libertad para correr a velocidades emocionantes, exitantes. La idea se te escapa por los sueños, por las noches, mientras el calor acaba en el sudor que derramas entre sábanas. Sé que seras, luego, el motivo del olvido y tendrás que cubrir la ausencia por otros lares, la necesidad, el deseo que va conquistando tu cuerpo poco explorado. Sé que existe un quizás para ti, un tal vez, que te permita seguir los caminos ocultos. Pasajes que se van abriendo. Jugaras con tu atrevimiento y me dejaras irte interpretando de a pocos, de a muchos, según como anden tus deseos, tus ganas de no ir perdiendo el tiempo y aprovechar esa línea anexada que puede haber cuando existe la codificación del mensaje, tu mensaje, la interpretación del bullcio, la sonrisa, la mirada, tu silencio, la cercanía, esa amistad extraviada, ese pecado maldito, bendito. Sé que tú sabes, quizás ahi este el detalle que faltaba.
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