18 de noviembre de 2009

Cuestion de olvidos

Yo te busque una vez en la calle de los parques juntos, de los árboles ancianos, y te busque aquella vez junto a los jardines de las casas bonitas, entre los adornos que nos contaban que existía algún paraíso donde podíamos sonreír más tiempo, sí, yo te busque mientras abría mi puerta, junto a la sala, los cuartos, mi cuarto, debajo de la cama, junto a las sabanas, en el librero, junto al respiro, en el sueño extraviado; te busque en la azotea mientras el viento golpeaba de frío, te busque en las canciones que te dedicaba, la letras que te inventaba, era cuestión de volver a recordar, de recapitular, regresar los pasos hacia atrás, llegar al punto en que dijiste que ya no podías más, juro que no recuerdo donde te fuiste, te sigo buscando mujer, entre mis cajones, en la hojas de mis viejos cuadernos, en aquellos dibujos que regale...Y ahora mujer ¿a dónde fue tu recuerdo? jure y perjure que no te ibas a borrar de la mente, que el dolor del presente eterno se iba hacer junto a ti, pero y se marcho la noche y me levante con el ligero recuerdo de tu mirada, de tus palabras y te busco como añoranza al sufrimiento y me pierdo en el paisaje de una mañana distinta, junto una fémina distinta, junto a un libro extraño de autoría desconocida que me aleja de los viejos vientos, mientras me repetía que te busque mujer por varios lados y ahora no me queda más que la sonrisa del olvido y que sospecho compartes en la lejanía.

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