10 de diciembre de 2013

Nosotros, los mismos



Lo curioso es que tú y yo seguimos siendo los mismos, con los mismos vicios y las mismas debilidades. Seguimos durmiendo del mismo lado de la cama y seguimos llamando a las cosas por los mismos nombres que antes. Escuchamos la misma música y repetimos los mismos pasos de baile, seguimos irritándonos por los mismos crímenes y riéndonos de las mismas ocurrencias que solemos encontrarnos en la calle. 

Tan solo hemos acomodado nuestras variables a la nueva mano que nos dio el destino, ajustamos nuestros relojes a otros husos horarios, le sonreímos a otros rostros y nos resguardamos bajo otras sombras. Aprendimos a besar otros labios y a soñar con otro futuro, parecido al anterior, pero con otras siluetas en el horizonte.

Y, probablemente, cada noche seguimos la misma ruta de siempre, observamos la misma luna, con la misma nostalgia y diferentes compañías.

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