Cosas sueltas por ahí te encuentras y ellas a mí también, un
poco desordenado, como en marcha automática, entre la vigilia y el sueño, entre
la duda y la ignorancia. Puede que ni tú lo sepas o que yo aún no lo entienda,
el amor está tan sobrevalorado en occidente, todo estará mejor cuando aprenda a
sobrevivir conmigo.
Al final nuestros caminos son las líneas paralelas que se
cruzan, el efecto secundario y la mínima probabilidad astronómica, catastrófica,
que destruye el pasado y enciende el futuro. Ya no vamos a crearlo, ni
intentarlo, ni esperar a que aparezca, por debajo de las sabanas, una excusa
que asesine todas las dudas y miedos con proyectiles de juguete.
Y entre todo está el viento de ayer, la ausencia y los
desechos de una noche larga que no quiere amanecer en la ventana de donde ya
has volado, en las noticias que ya no llegan, en los recuerdos que no compartes
y en las soledades que no se acompañaran jamás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario