30 de abril de 2011

Admisión

Las manos me tiemblan como de costumbre. Ayer quedaron los últimos repasos de historia, filosofía y lengua. No se me ha ido de la memoria los ejercicios de geometría, trigonometría y aritmética. Repase lo último de biología y química. Este es un día clave, puede determinar el giro sobre cómo piensas llevar la vida de aquí en adelante. Mi padre siempre me dijo que iba a tener buenos frutos ser el primero en clase y que los esfuerzo que uno se tomaba, eran premiados, luego, o mejor dicho reconocidos en trabajos futuros. Pero, primero lo primero, no hay que saltar peldaños, las cosas de a pocos.

Siempre he visto a los chicos cuando van a dar examen de admisión, llevan consigo el peso de la incertidumbre. Hasta el más seguro cree que existe una posibilidad de que algo salga mal. Para mí es un día de repaso, sólo tengo que recordar bien las cosas que estudie en este tiempo.

La mañana se me va haciendo rápida mientras aprovecho el baño que me despierte del todo, mientras acomodo mis cosas. Escucho los sueños de mi familia, quizás por ahí anduve yo. Hoy me voy a sus espaldas entre puntillas me escapo de su posible sospecha. Ya listo con lo necesario salgo de casa, apresuro el paso. Ahora último ando con la sensación de persecución , ando creyendo que en cualquier momento mi futuro puede cambiar. Quizás por eso salgo mirando para todos lados y mirando mi reloj seguido. Justo antes de llegar a la esquina me encuentro con Carlos, él me sonríe, pero no se acerca a saludar apenas si alza la mirada al pasar. Tiene su lápiz 2b y su carné de postulante, lo veo algo seguro, quizás esta vez entendió cual era su mejor estrategia para ingresar. sin darme cuenta él ya se había ido, preferí repasar una vez más las informaciones de literatura, no era mi fuerte así que tenía que estar preparado para ubicar bien mis respuestas. Era importante el manejo del tiempo, cada pregunta tenía un valor y yo quería que valgan todas, la mayoría, para eso me había preparado, todo lo estudiado estos años volvían de golpe. fui primero en el colegio y lo sería también en este examen y en el que sigue. No soy un perdedor, simplemente me acomodo a las circunstancias.

Ya había llegado, todo estaba cerrado, toco la puerta y le pido entrar, me había demorado un poco y estaba nervioso de que el tiempo me falte, casi sin repetir el permiso pase empujando al portero, mire por todos lados y ubique el lugar donde me iba a sentar, acomode mis cosas, saque el lapicero, prendí el celular y llamé. ¿Aló?¿Carlos, me escuchas? No te preocupes, habla bajo, pero pronuncia bien. Dime la primera pregunta, empecemos por letras ¿te parece? Sabía que todo esfuerzo tenía recompensas y yo estaba preparado para este examen. Carlos había entendido cuál era la estrategia para ingresar. Ya estaba acordado, él me paga el próximo examen y todo empezaba de verdad. Iba a ser el primero. Me escape de puntilla de su posible sospecha. Entendí cuál era mi primer peldaño.

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