Esta no es una teoría valida, ni tiene forma de rebatirse.
Tampoco es el resultado de un largo estudio o reflexión filosófica, simplemente
es mi esperanza que busca un poco de consuelo esta noche larga y con memoria. De
todas formas, nadie sabe a ciencia cierta que hay detrás de todas esas variables
que no podemos cuantificar. Si el destino está escrito o si el tiempo es
irreversible, siempre serán enigmas para nosotros.
Yo he decidido creer, como cuenta aquel viejo manuscrito,
que en algún lugar del mundo alguien está escribiendo el libro de los finales
perdidos; y están contando nuestra historia tal cual empezó, pero con un
desenlace diferente. Esa persona conoce mis errores y tus silencios, y sabe que debí decir y que debiste hacer, describe el beso que nunca te di y reproduce nuestra primera charla después de hacer el amor. Él me puso el coraje que me
faltó esa noche en la que hablé demasiado y dibujó tus manos alrededor de mi cuello
como nunca lo hiciste.
El libro tiene todos los finales que hemos perdido, ese
donde tú y yo criamos dos niñas preciosas y todo lo que buscabas te lo pude entregar. También escribe, porque no, otros
finales nuestros, con otros personajes y en otros escenarios, el romance que
viví en Buenos Aires, tu aventura con el vecino de enfrente, mi relación con la
amiga de mi hermana, tu amorío con aquel compañero de la infancia. Y en alguna página, o en cualquier capitulo, debe contar la
historia que estamos viviendo, todo lo que hemos pasado después de la noche en que el camino se bifurcó y la mala
fortuna de morir sin tu amor.
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