Este mundo esta tan hecho de mierda, que no nos podemos
imaginar los delitos que han cometido nuestros vecinos, las transgresiones que
han hecho nuestros padres, y los secretos que esconden nuestros amantes. Basta con
mirarse uno mismo para encontrar todos esos actos horrendos que nunca nos
atreveremos a confesar. Políticos, médicos, asesinos, militares, religiosos y
quinceañeras, todos aportamos un poco más de mierda al presente, hacemos daños
y somos egoístas, atropellamos al prójimo por avanzar así sea un solo centímetro,
jugamos con el alma y los corazones de nuestros hermanos, nos engañamos y
olvidamos nuestras acciones porque nadie podría vivir con tanta culpa.
Llenamos la pantalla de poesía, flores y colores, para
cubrir la hediondez que llevamos por dentro, crímenes, odio, envidia y rencor. El
peor se aprovecha del malo, y al menor descuido somos víctimas de cualquiera,
sin excusa suficiente y sin demasiada razón. Las heces nos han cubierto y forman
parte de nuestra alma y de la sociedad, juzga mal y acertarás, prepárate para
lo peor, y no confíes nunca en mí.
Y en esta tierra perdida, en esta ciudad que apesta y se cae
a pedazos, nace tu amor como una flor rebelde, que brilla más entre las sombras
de tanto odio y crece ingenua y frágil retando a la oscuridad. Y en esta tierra
sin dios, sigue creciendo, la flor que estas cultivando, para mí, para mí, para
mí.
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