Después del amor te quedas con lo que eliges. Yo no sé si
preferiste guardar las risas y tenerlas a la mano para que mi recuerdo pueda
revivir en los latidos de tu corazón. O si finalmente logré borrar la cursi historia que escribía en tu espalda. No sé si tu memoria es selectiva,
si puede separar nuestros días de mis noches, si quizás entendiste que nuestro siempre
ya había terminado, y que el amor es para toda la
vida, pero no necesariamente con la misma persona.
Yo guardo tus mejores días, mis
mejores visiones y la bisutería que olvidaste en mi cuarto. Guardo los motivos
que me hicieron amarte, tus argumentos, mis obsesiones y la sombra de un último
beso mal dado. Cuido de la flama que aún sigue ardiendo porque no quiero
apagarla, y escuchó las explicaciones de ese demonio consejero que me impulsó a
cortarla.
Después del amor te quedas con lo
que eliges, o con lo que puedes, yo solo quiero darte gracias (en plural).
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