Qué extraña forma tiene el olvido, venir a buscarte con mi
recuerdo mientras haces tu mejor esfuerzo por amarlo, por buscar que esta vez
funcione, que ahora no termine como terminó lo nuestro.
Qué casualidad que sea esta canción, que sean esos mismos
pasos los que te obligan a seducirlo, por tu temor a perder, otra vez, por tu
miedo a fallar, y enfrentar a la soledad llena de arrepentimientos.
Qué confuso debe ser estar así, sumergida en una canción que
musitábamos en secreto, ahora en sus brazos, confundiendo quizás su sombra con
la mía, luchando por regalarse mejores momentos, como nuestros años dorados.
Qué vil puede llegar a ser la memoria, venir a recordarte
cosas que no querías aceptar, venir a decirte, a convencerte de que todavía me
recuerdas, que me sigues queriendo, que no podrás olvidarme, así como yo
tampoco te podré olvidar.