17 de noviembre de 2007

3 SEMANAS

Fueron 3 semanas seguidas, 3 semanas perseguidas, 3 semanas buscadas, 3 semanas buscando encuentros casuales, o mejor dicho 3 semanas creando casualidades, como si estas se pudieran crear. Fueron 3 semanas y todas de día, de 5 a 6 era la obligación, por la mañana era dedicación, fueron 3 semanas, la primera fugaz, en la primera solo 3 de los 7 días, en la primera solo miradas esquivas, en la primera nunca se reflejo la pasión en nuestras miradas, en la primera nos mentimos mutuamente, ofendidos por la mentira del otro, odiando el saludo entregado con desden (si es que este se llego a dar), se maldecía la injusticia del reloj, que su campo sea la mañana y mi reino la madrugada, la primera semana ya no jugamos a mirarnos, ya no bailábamos embriagados, aunque nos embriagábamos en el mismo bar pero cada quien por su lado, y otra vez volvíamos a odiar que el otro se fuese por ese lado. El fin de semana siempre nos fue ingrato así q ese fin de semana ni lo intentamos, terminamos odiándonos otra vez, por la cobardía de no hacerle frente al domingo, ni reclamarle el fuera que otro quien le marque el camino. El siguiente lunes llego, la semana nos dio la vuelta con la ira, aun, del domingo en los ojos, es por eso quizás que se odian mas los lunes, porque el rencor con el otro es mas fuerte; por el contrario el martes tenia que ser nuestro día, el martes brillaba con un aura motivador, el martes nos regalaba una hora para las miradas, para los cruces, para saludos mas entusiasmados, y abrazos mas profundos, y fue así como llego entre citas de Bryce, y cansancio de fin de turno, aunque no fue lo que se esperaba, fue mas que el martes anterior, fue mejor que el lunes y borro el mal sabor del domingo, fue menos, mucho menos de lo que se esperaba, fue poco, fue simple, pero fue bueno, porque dejaba la puerta a un miércoles que podría ser mejor. Pero a esa fecha no le quedaban ganas de reír, en esa fecha se guardaba el par de armas, para hacer que la espera de ese instante sea mayor, se salteo el miércoles, para hacer que el jueves sea mucho mejor. El jueves llego desesperado por la espera, la mañana salio para uno de los 2 y en el atardecer con los 2 en juego se dio el encuentro que tanto tardo, el jueves no tenia sentido de puntualidad, uno llego muy antes y la otra se fue muy tarde, entre ladridos de perros, amagos de incendio, temblor en las rodillas y nudo en las garganta, el saludo fue mas brillante que nunca, se prolongo mas de lo normal pero menos de lo necesario, fue como se esperaba el jueves, solo que dejo un malestar de que debió haber sido mejor. El viernes no era mi día, el sábado no era mejor, y el domingo, de nuevo, se cobro la poca determinación de una semana mejor que la primera, pero insuficiente aún. Así que la semana siguiente seria buscada, no se regalaría ni un día, no se justificarían las treguas, no se desperdiciarían las horas regaladas, se jugaría la vida en cada segundo, se lucharía el lunes, se mataría el martes, y se moriría el jueves (ya que el miércoles es el día en el que ella reposa sus armas y hace q su anhelo gane mas fuerza), esa semana se quemarían todos los cartuchos, se mostraría hasta la ultima carta, se entonara, talvez un primer y ultimo verso esquivo, se entonara una trova que amanse a esa fiera, se buscara y se encontraran los momentos, y mas importante aun, los espacios para dar inicio a esta guerra sin cuartel y en la que se esperaba morir, en esta guerra se tendría que elegir entre el olvido y la memoria, entre las nubes y la gloria, entre salir derrotado, conciente de haberlo intentado o seguir como siempre atrincherado sin mas que lanzando tímidas bombas al aire esperando que una de estas le rebote y pueda darse cuenta de que era mía y que era para ella y que nunca llego a tocarla ni siquiera un trozo perdido. Disculpando la melaconlía, y con el pronostico antes marcado, el miedo, la timidez y la influencia de las madrugadas mermaron fuerzas en la batalla, la guerra fue como se había predicho y se perdió, pero no se perdió como se hubiera gustado perder, se perdió sin abrir fuego, sin haber intentado un ataque a quemarropa, no se perdió por conservar el corazón, se perdió por no haberlo perdido, y aunque a esta fecha a la semana aun le quede el domingo, se espera que las represalias del lado contrario sean mas empecinadas, se espera que esta vez si el domingo sea un reproche por la semana perdida, se espera a lo mejor que el fuego solo venga de un lado, se espera por lo menos un ademán de desprecio, se espera, incansable, una muestra de rencor, que es mejor que ninguna muestra de olvido.

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