30 de noviembre de 2007

MARÍA...

En el medio del bullicio María esta sentada, totalmente distraída y nadie se da cuenta de ella, y Maria esta mirando el recuerdo, fijando sus ojos a través de la puerta mirando como un pedazo de papel con el viento empieza a bailar, Maria también quiere bailar y empieza a recordar algo que le saca una sonrisa y la alegría de Maria me contagia, sonrío sin tener mi motivo, a veces nos dan ganas de sonreír y lo malogramos buscando sus por qué. A mi no me dio tiempo de eso porque al momento había una lágrima en el rostro de María, que le estaba pasando porque el cambio tan repentino y porque nadie se daba cuenta de ella. María se seca la lágrima como acomodando un mechón de cabello y luego mira hacia todo lados para ver si alguien se ha percatado de ello, pero nadie se da cuenta de ella, todos están en sus mundo o de invitado en el mundo de otros, sólo yo estoy mirándola y de eso se da cuenta ella, quien me mira sonriendo mientras su ojos buscan en los míos su desahogo, un rayo de sol cae en el ojo derecho de María y una lágrima recorre su mejilla, ella voltea y se esconde en sus brazos.
-A muerto su madre, es lo que escucho a mi costado. Ella es amiga de Maria y también se percato de mi mirada, yo no dije nada, me quede callado, mirando a su amiga y en sus ojos el reflejo de María llorando entre sus brazos , ya no era el único que se daba cuenta de ella, éramos cinco los que la mirábamos, pero María ya no se conformaba con una lágrima ahora lloraba como una niña, como buscando el consuelo de su madre en el recuerdo, y todo ya se daban cuenta de ella; algunos decían que la conocían y prometían total vigilia, otros que la conocían de la misa y que a su madre se parecía, mientras habían algunos que mencionaban estar trabajando con ella y que a su familia mantenía. Ahora todos la conocían y contaban lo que sabían de ella, mientras las preguntas salían de momentos: Ahora ¿qué pasara con ella? ¿El mundo se le habrá caído? , pero ella no escuchaba a nadie, se perdía entre sus gritos de desahogo, yo tampoco decía palabra alguna, sólo me quedaba mirándola buscando las preguntas de ella, ahora Maria tiene miedo a los almuerzos, a esa silla vacía, y a esa cama en dónde de niña le pedía a su madre que le abrazara para ya no tener miedo.
Maria seguía llorando y sus brazos los confundía con el de ella y empezó a abrazarse más fuerte mientras empezaban a volver a sus mundos, a sus preocupaciones, quejándose del privilegio perdido de haber dejado de ser niños, pero sólo falto que ella alzara la cara y todos volvimos a ser pequeños, pero ella ya no lloraba como niña, tenía mirada de mujer, había algo extraño en ella, sacó media sonrisa y se paro mientras se escucho muy bajo:
-tengo una familia que cuidar. Así salió Maria dejando a todas nuestras preocupaciones convertidas en nimiedades. Yo veía su silueta partir, pero se detuvo un momento y empezó a bailar, María bailó cerrando los ojos, mientras su sonrisa aparecía y sus lágrimas se iban, una de ella mojo aquel papel que también estaba bailando y ahí la música desapareció y junto con ella.

18 de noviembre de 2007

Sin petición ni penitencia.


Yo no busco direcciones diversas
ni situaciones adversas
y desde luego no pido
mi otra mejilla para el saludo o el puño
Soy el que se toma el vaso medio lleno
y el que le da los clavo al romano
el que se va con el por qué no respondido
ignorando al crucificado
Yo no quiero caminar sobre mojado
ni que me duelan los huesos
busco esconder garúas y espantar inviernos
comprar metáforas
que disfracen malos entendimientos
y cabar tierras en buscade las raices del tiempo

17 de noviembre de 2007

3 SEMANAS

Fueron 3 semanas seguidas, 3 semanas perseguidas, 3 semanas buscadas, 3 semanas buscando encuentros casuales, o mejor dicho 3 semanas creando casualidades, como si estas se pudieran crear. Fueron 3 semanas y todas de día, de 5 a 6 era la obligación, por la mañana era dedicación, fueron 3 semanas, la primera fugaz, en la primera solo 3 de los 7 días, en la primera solo miradas esquivas, en la primera nunca se reflejo la pasión en nuestras miradas, en la primera nos mentimos mutuamente, ofendidos por la mentira del otro, odiando el saludo entregado con desden (si es que este se llego a dar), se maldecía la injusticia del reloj, que su campo sea la mañana y mi reino la madrugada, la primera semana ya no jugamos a mirarnos, ya no bailábamos embriagados, aunque nos embriagábamos en el mismo bar pero cada quien por su lado, y otra vez volvíamos a odiar que el otro se fuese por ese lado. El fin de semana siempre nos fue ingrato así q ese fin de semana ni lo intentamos, terminamos odiándonos otra vez, por la cobardía de no hacerle frente al domingo, ni reclamarle el fuera que otro quien le marque el camino. El siguiente lunes llego, la semana nos dio la vuelta con la ira, aun, del domingo en los ojos, es por eso quizás que se odian mas los lunes, porque el rencor con el otro es mas fuerte; por el contrario el martes tenia que ser nuestro día, el martes brillaba con un aura motivador, el martes nos regalaba una hora para las miradas, para los cruces, para saludos mas entusiasmados, y abrazos mas profundos, y fue así como llego entre citas de Bryce, y cansancio de fin de turno, aunque no fue lo que se esperaba, fue mas que el martes anterior, fue mejor que el lunes y borro el mal sabor del domingo, fue menos, mucho menos de lo que se esperaba, fue poco, fue simple, pero fue bueno, porque dejaba la puerta a un miércoles que podría ser mejor. Pero a esa fecha no le quedaban ganas de reír, en esa fecha se guardaba el par de armas, para hacer que la espera de ese instante sea mayor, se salteo el miércoles, para hacer que el jueves sea mucho mejor. El jueves llego desesperado por la espera, la mañana salio para uno de los 2 y en el atardecer con los 2 en juego se dio el encuentro que tanto tardo, el jueves no tenia sentido de puntualidad, uno llego muy antes y la otra se fue muy tarde, entre ladridos de perros, amagos de incendio, temblor en las rodillas y nudo en las garganta, el saludo fue mas brillante que nunca, se prolongo mas de lo normal pero menos de lo necesario, fue como se esperaba el jueves, solo que dejo un malestar de que debió haber sido mejor. El viernes no era mi día, el sábado no era mejor, y el domingo, de nuevo, se cobro la poca determinación de una semana mejor que la primera, pero insuficiente aún. Así que la semana siguiente seria buscada, no se regalaría ni un día, no se justificarían las treguas, no se desperdiciarían las horas regaladas, se jugaría la vida en cada segundo, se lucharía el lunes, se mataría el martes, y se moriría el jueves (ya que el miércoles es el día en el que ella reposa sus armas y hace q su anhelo gane mas fuerza), esa semana se quemarían todos los cartuchos, se mostraría hasta la ultima carta, se entonara, talvez un primer y ultimo verso esquivo, se entonara una trova que amanse a esa fiera, se buscara y se encontraran los momentos, y mas importante aun, los espacios para dar inicio a esta guerra sin cuartel y en la que se esperaba morir, en esta guerra se tendría que elegir entre el olvido y la memoria, entre las nubes y la gloria, entre salir derrotado, conciente de haberlo intentado o seguir como siempre atrincherado sin mas que lanzando tímidas bombas al aire esperando que una de estas le rebote y pueda darse cuenta de que era mía y que era para ella y que nunca llego a tocarla ni siquiera un trozo perdido. Disculpando la melaconlía, y con el pronostico antes marcado, el miedo, la timidez y la influencia de las madrugadas mermaron fuerzas en la batalla, la guerra fue como se había predicho y se perdió, pero no se perdió como se hubiera gustado perder, se perdió sin abrir fuego, sin haber intentado un ataque a quemarropa, no se perdió por conservar el corazón, se perdió por no haberlo perdido, y aunque a esta fecha a la semana aun le quede el domingo, se espera que las represalias del lado contrario sean mas empecinadas, se espera que esta vez si el domingo sea un reproche por la semana perdida, se espera a lo mejor que el fuego solo venga de un lado, se espera por lo menos un ademán de desprecio, se espera, incansable, una muestra de rencor, que es mejor que ninguna muestra de olvido.

2 de noviembre de 2007

Impotencia

Impotencia te escupo y te maldigo
pisoteo tu entrañas
que se enraizan en el recuerdo
Condeno tu convivencia
y exigo tu lejanía
no pidas permanencia
porque no eres bienvenido
Ten miedo mi mal amigo
porque busco lastimarte
no puedes ya,más quedarte
porque... acabaras conmigo