Cruzar tus miedos de madrugada, porque la noche hace más
cortas las distancias, y el ruido del mar cubre el sonido de mis pasos. Correr hasta
tu cama como si fuese la última parada, el refugio final de la luna, la tierra
prometida de mis manos cansadas.
Despertar de tanto imaginarte, de tanto construirte. Saltar infinitos obstáculos para abordar el
camino menos seguro a tu destino, a tu sueño, a tu lado.
Sorprenderte cada noche con la misma sonrisa, dormir a tu
lado sin que lo notes, robarte la
ilusión regalándote otra.
Apoderarme de tus
sentidos, de tu imaginación, que tu anhelo sea dormir todas las noches conmigo,
camuflado en tu cama, que tu mayor miedo sea despertar para comprobar que solo soy polizón en las madrugadas.