4 de noviembre de 2012

Sin embargo tus ojos

Toda mujer tiene derecho a una aventura, a que la tomen otros brazos y la bese otra boca.

Y puede que no me ames, o que ni siquiera sea el tipo de hombre con el que te gustaría estar. Tú tampoco agitas mi corazón y no es tu atención de la que estoy pendiente todas las mañanas. Sin embargo tus ojos me son inevitables, y es por esa forma de mirarme sin interés que estoy contigo esta noche. Puede que no bese como tu novio, pero hay cosas que puedo hacer mejor, y quizás no te importe si estoy soltero o si es muy inverosímil mi excusa para no contestar el celular, tampoco a mí me importa cuanto lo quieren a él en tu casa, ni si ya escogieron el nombre sus futuros hijos, yo no envidio la propiedad que él tiene sobre tus latidos, no me molesta que lo ames mientras yo descubro travesuras bajo tu falda.

Solo quería saber dónde terminan tus piernas, quería probar de un pecado ajeno e invitarte un ratito a mi rincón del infierno, donde toda mujer tiene derecho a una aventura, donde nadie piensa en las consecuencias.